Puentea2






Esta es mi segunda entrada de puentes y encuentros. La primera fue con las ciudades de París, Budapest y Toledo.

Como conté entonces son los puentes de las ciudades que he visitado y que me han cautivado. Pienso que hacen posible el hecho mismo de la ciudad, marcan su historia, su cultura y además, son tan diferentes que da gusto descubrirlos.



Son formas, reflejos y son luz. Verlos a cualquier hora es un momento inolvidable del viaje y, sobre todo, cuando se iluminan cayendo el atardecer.

Sea bridge, brug, brück o pont, ponte. El puente tiene la función de acercar, interconectar y poner en contacto a gentes y lugares. Son verdaderos símbolos de unión y comunicación.

El cine los ha convertido en escenarios para recordar. Han quedado inmortalizados con parejas maravillosas, que pasean, se encuentran y se enamoran….




BILBAO

Esta ciudad me sorprendió. Me habían contado que era una ciudad gris, industrial. Tal vez fuera realmente así pero ahora ya es otra, al menos lo que yo vi de ella. Se ha revitalizado estéticamente y esto se ve muy bien en sus puentes.

Toda la ría del Nervión está vertebrada por puentes.


 


De orilla a orilla la cruza el puente vanguardista de Zubi Zuri como si de un esqueleto de ballena se tratara. Una pasarela arqueada de acero y hormigón blanco y vidrios moldeados, es muy llamativa. Cuando la cruzas vas pisando por una calzada de metacrilato, parte de ella tapada con moqueta de rizo de vinilo, digo yo que para evitar resbalones.


Me gusta mucho su silueta, sobre todo con el fondo de volúmenes cúbicos de la arquitectura moderna.





Hay otro puente muy cerca, el de la Salve. Muy llamativo, con su color verde y sus arcos rojos. No había visto nada parecido. Tiene un  sistema de tirantes y un tablero metálico que contrasta con todo lo que le rodea y sobre todo, con el Museo de Guggenheim que está junto a él y además con un acceso al mismo. El conjunto de puente y museo sorprende. 


Hay otro puente junto al museo, también moderno, con acero y madera tropical que une el paseo de la ribera de Abandoibarra con la Avenida de las Universidades. Se trata de la Pasarela Arrupe en honor a un jesuita bilbaíno. Parece la cubierta de un barco. Para nosotros fue la entrada hacia el museo.




Desde aquí se ve también el puente Deusto, un viejo puente que se inspira en los puentes levadizos de Chicago. Una estructura diseñada para el paso de buques que entonces transitaban por esta parte de la ría.


foto archivo

Esta es una muestra de los contraste de estructuras de puentes que una ciudad puede llegar a tener y que no deja a nadie indiferente.

Bilbao es una ciudad vieja, con un espíritu renovado, si pienso en una película puede ser la de un maduro músico publicitario que pasa por un mal momento profesional y personal, Dustin Hoffman. 


 


La orilla del Paseo de la ribera le va a transformar en un momento importante de su vida. No pasea solo, junto a él hay una mujer que ha conocido, Emma Thompson, ella era una solitaria que en una de estas orillas recibía sus clases de lectura. Nunca es tarde para enamorarse.



BRUJAS


Una ciudad preciosa, medieval, y además una reliquia muy bien conservada. Reconstruida al estilo neogótico conserva todo el encanto de sus canales y sus puentes de piedra, es una pequeña Venecia.



Recibe este nombre precisamente por los puentes, ya que en noruego antiguo Bryggia significa puentes, muelles y en el idioma flamenco brug es puente, brugges en plural. Brugges, Brujas, bueno más o menos parecido.

Los puentes que más me llamaron la atención no fue precisamente por su estructura sino más bien por el enclave en donde están. El puente medieval Bonifazius está junto a la iglesia de Nuestra Señora y es un pequeño rincón muy agradecido de fotografiar.



En el muelle de la corona de rosas está el patrón de los puentes, el Nepomuceno, nombre del cura confesor de la reina en Praga y forma parte de uno de los rincones más fotografiados de Brujas, en un recodo de uno de los principales canales de la ciudad.



Otro de los rincones entrañables y bonitos que más recuerdo fue el “lago del amor”, el Minnewater. Parece una imagen de cuento de los de antes. Al parecer fue un antiguo embarcadero en el medievo de navíos entre Brujas y Gante. Está junto al Beaterio, un lugar de silencio y recogimiento y fuente de inspiración para soñadores y enamorados.







Es una ciudad preciosa para verla antes del atardecer, Before sunset, para que se conozcan Richard Linklater y Ethan Hawke y que pasen una noche inolvidable paseando por estos canales que recordaran toda la vida.


PRAGA

La capital de Bohemia es de mis preferidas y a la que me gustaría volver con más tiempo del que entonces tuve. Tiene también muchos puentes sobre el río Moldava.


foto archivo




El más conocido es el puente gótico de San Carlos, es de los puentes legendarios más visitados que he visto. Comunica la ciudad vieja con el barrio de Malá Strana, la ciudad pequeña donde está el castillo. 




Lo que más me llamó la atención de este puente fueron las estatuas y las torres ornamentadas en los extremos. Es un puente diseñado para el paso de los reyes y se nota.



Es de piedra gris oscura que contrasta bastante con los colores llamativos de la ciudad. Unas 30 estatuas de santos de estilo barroco están en los pilares del puente viendo como pintores, músicos, artesanos, comerciantes y turistas se reparten y recorren por todo él.

Tal vez la estatua más fotografiada sea la de S. Juan Nepomuceno, patrón de Bohemia. Un santo ajusticiado por Wenceslao IV y lanzado al río Moldava, al parecer era confesor de la reina y no le soltaba prenda de sus secretos al rey. Hay una tradición que los turistas no se pierden, por eso de cumplir deseos, y es poner la mano sobre el relieve que está a los pies del santo o bien sobre la cruz arzobispal de latón en el punto exacto donde el santo fue lanzado al río.


foto archivo

 En esta ocasión no he podido evitar imaginarme a Daniel Auteuil, un lanzador de cuchillos, en el puente salvando la vida inestable de Adéle cuando está a punto de arrojarse al Modava para suicidarse.




Trágicos y románticos a la vez, así son los puentes.

Más puentes  y encuentros en: 

                                                       París, Budapest y Toledo

                                                Amsterdam, Carcasona, Córdoba 

PUENTES Y 


ENCUENTROS

Con esta es la tercera entrada en mi blog con puentes y encuentros.

Ya lo hice con París, Budapest, Toledo, Bilbao, Brujas y Praga. Son ciudades muy diferentes pero con algo en común: tienen puentes. Y puentes que por alguna razón me han cautivado.

Los puentes son lugares de encuentro y son sitios míticos, presentes en leyendas celtas, relatos y tradiciones folclóricas. Hasta ahora no había destacado curiosidades de ellos.


Se cuenta que los sacerdotes en la antigüedad eran considerados los constructores de puentes, los que facilitaban la conexión de las almas con la otra orilla en su búsqueda de la eternidad.

También los puentes han dominado la arquitectura y las técnicas asociadas; son símbolos de poder en el comercio y en el progreso.


Sea lo que sea en una misma ciudad puede haber una gran variedad de formas y sorprende lo diferentes que son entre sí. Sólo hay que asomarse a verlos.
 En esta entrada también he querido relacionarlos con escenarios de películas. Películas en donde aparecen puentes y encuentros. Un encuentro de parejas que tal vez no se llevara a cabo en ese puente que describo, pero podía haber sido perfectamente, por que no. 




AMSTERDAM

Sin dudarlo es la ciudad de los puentes. La recuerdo así, una ciudad llena de puentes y canales. Bicis por todos lados, que me sorprendieron en su momento, después comprendí porqué.



Busqué una foto aérea y me impresionó comprobar como se le ha podido ganar espacio al agua y asentar una gran ciudad. Unas 90 islas y unos 160 canales, más que en Venecia creo, y con un sistema muy eficaz de bombeo que renueva todo esta agua procedente en parte del río Amstel ¡ Más de 1800 puentes! Se dice que son famosos los ingenieros de puentes holandeses, no me extraña.

Amsterdam tiene un diseño radiocéntrico con grandes canales concéntricos en forma de anillos conectados con una serie de canales radiales. Se puede apreciar todos los pequeños puentes que hay.







Si haces un paseo en barca puedes ver hasta 7 puentes seguidos desde un mismo lugar.

En el centro histórico hay canales del siglo XVII que no llaman mucho la atención durante el día, pero sin duda, su iluminación al atardecer es la estampa más llamativa. 




Audrey Tautou, Amelie, es mi protagonista para estos puentes, aquella chica que se escapaba para hacer saltar piedras en los canales. Es la que arreglaba la vida de los demás. Con ella hay otros dos jóvenes: Shailene Woodley y Ansel Elgort que bajo la misma estrella de superar un cáncer visitan esta ciudad en la búsqueda de nuevas emociones y estoy segura que la encontraran…





CARCASONA

Un viejo puente de piedra que atraviesa el río Aude es la entrada a una ciudadela amurallada, un conjunto arquitectónico medieval que te deja boquiabierta.



Dos líneas de murallas y un castillo que a su vez tiene su propio puente que atraviesa el foso. Las fortificaciones se extienden en varios kilómetros y destacan sobre todo las torres galorromanas en forma de herradura, sus cuatro puertas y la torre de vigilancia de la entrada del castillo.





Todo esto es lo primero que se ve desde el pont Vieux cuando llegas a la ciudad. Un puente que ha permanecido con ese aspecto medieval, como si el tiempo se hubiera parado en él. Por la noche se ilumina, alternando colores azul, amarillo, rojo, rosa; pareciera como caballeros con armadura reluciente pasaran por allí a la luz de las velas de los faroles.



Esta región vinícola Languedoc-Rosellón ha atraído a una pareja especial y entrañable a Cary Grant y Audrey Hepburn están intrigados por un asesinato pero, en esta aventura han sido perseguidos por la ciudadela, han atravesado sus murallas y puertas, han corrido por sus estrechas calles…. y sólo los encuentros en el viejo puente les han servido para intercambiar confidencias y pruebas de confianza.


 

Un helado puede hacer milagros......












CÓRDOBA

Córdoba es una ciudad que cautiva. Viví en ella y en mi última visita la vi con otros ojos, con la de una turista que la descubre por primera vez. La gran ciudad del califato, cuna de Séneca, Averroes y Maimónides, de poetas como Juan de Mena, Góngora y Saavedra y la ciudad de los 7 puentes sobre el río Guadalquivir.




El más antiguo es el puente romano, Vía Augusta de Roma y patrimonio de la humanidad. Conocido como el puente viejo.

Destacaría de él, todo. Su morfología, su entorno, la gente.

Es un puente peatonal, es un puente para disfrutar y deleitarse. Tiene su Puerta de entrada en forma de arco (entrada de la antigua muralla) en el extremo norte y en el extremo sur la torre defensiva de la Calahorra. Es la conexión del Campo de la Verdad con el barrio de la Catedral, casi ná.










Te llama la atención sus 16 arcos, sus grandes pilares con sus tajamares, sus sillares de piedra blanquecina, como si acabaran de sacarla de la cantera. 

En el centro existe una escultura de San Rafael y una Hornacina de San Acisclo y Santa Victoria, los hermanos patronos de Córdoba.

La singularidad del entorno lo hace único por que existe una pequeña reserva natural, llamada los sotos de la Albolafia. Anidan unas 120 especies de aves y hay varios molinos, uno de ellos aún conserva su noria de madera que subía agua del río a la ciudad.




En el paseo por la ribera, se pueden ver los ánades reales revoloteando entre sus molinos.

Es un lugar único para pasear a cualquier hora, correr y jugar por la ribera. Centro de distracción con comediantes, músicos, vendedores, gente poniendo velas a sus patronos, turistas…








El segundo puente que se construyó es el de San Rafael, patrón de los peregrinos, de mediados del siglo XX. Un gran ángel lo custodia.





El puente de Miraflores, también muy cerca del romano, es más reciente. Se le llama también el puente oxidado. Diseñado para ser funcional sin más pretensiones. Es un puente modernista.



El puente colgante de Andalucía es un puente atirantado que se construyó in situ, casi artesanal y sin piezas prefabricadas. También es muy simple, pero a su vez es muy singular, a mí me gusta ver su estructura al anochecer. 





El puente de Abbas Ibn Firnás es del 2011. Es el puente alado. Dos grandes arcos inspiraron su nombre. Dedicado a un sabio cordobés del siglo IX que trató de volar con unas alas de madera.

Bien este último puente podría inspirar a Woody Allen y Diane Keaton en Annie Hall. Un amante de los puentes colgantes siempre reflexionando sobre la vida, manías y obsesiones que acaban arruinando sus relaciones ¿acaso tiene argumentos para convencerla a ella?





Más puentes y encuentros en:
                                          
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PUENTES Y  



ENCUENTROS



En mis viajes siempre ha habido una fijación por los puentes de las ciudades que visitaba. Me preguntaba cuántos encuentros y cuántas historias habrían pasado por ellos.

Los puentes simbolizan uniones, encuentros de dos, ya sean orillas, lugares, ciudades y por supuesto, personas.


El cine ha contribuido bastante a que los puentes se convirtieran en iconos de sus ciudades. Lugares preferidos para contemplar la ciudad, ver la puesta de sol, darse un beso,…. pasear, conversar, hacerse fotos,…y últimamente poner candados y hacer picnic. 




Poniéndole fantasía hay una película para cada puente y me he dejado llevar. A lo mejor no tiene nada que ver la película elegida con el puente descrito o a lo mejor sí, pero, !cómo he disfrutado con los estímulos creadores!

París fue la ciudad que más me inspiró a hacer esta entrada al blog, tal vez por que sea la ciudad donde se han rodado más encuentros en puentes, por eso de la ciudad del amor.


PARIS

Para mí es la ciudad de los puentes. En ninguna ciudad he disfrutado más buscándolos, paseando y contemplándolos.






Más de 30 puentes atraviesan el Sena y en cada uno de ellos hay un monumento, un palacio, un jardín, un museo, un barrio… 

Los franceses viven como nadie sus puentes.

Hay una tradición del encuentro con una botella de vino, algo de picar, un abrebotellas y voilá! el aperitivo romántico sobre el Sena.

¿Con cuál me quedaría? es difícil. Tal vez.....











con este pequeño puente de Notre Dame, o...



el pont Philipe....




o el pont royal...












Tal vez con el Pont Neuf, el primer puente de piedra de la ciudad. Está junto a la isla de la cité. Trescientas máscaras de piedra recorren todo el puente. Es muy bonito.







Y el Puente de la Belle Époque, 
el puente de Alejandro III con Guirnaldas de conchas  y plantas marinas, candelabros, querubines y columnas con caballos alados dorados. No se puede ser más rococó.






















El Puente de las Artes es un puente muy animado. Está cerca del Palacio del Louvre y queda frente a la isla de la cité. Fue el primer puente metálico parisino. Lugar de exposiciones de artistas, músicos, fotógrafos y enamorados..  Las parejas escriben sus nombres en un candado y lo cierran entre las rejas de las barandas tirando la llave al río como símbolo de amor eterno, cosas de película, no quiero pensar como estará el fondo del Sena. 






Hay varios así, los llamados puentes del amor, como el Puente de Archeveché, más pequeño y viejo, que está junto a Notre Dame y otro más vanguardista, de acero y madera exótica, la pasarela de Léopold  Sédar Senghor o pasarela de Solferino, que comunica el jardín de las Tullerías con el Museo de Orsay.






Este último tiene un diseño muy funcional adaptado a los nuevos tiempos.

Está claro que algún día volveré a esta ciudad siguiendo la mítica frase “siempre nos quedará Paris”...







... y a pasear por estos puentes maravillosos, como en la película Paris blues

Dos turistas de nuevo, como Paul Newman y Joanne Woodward; bajarnos de la estación y que alguien nos invite a un club donde tocan blues… y al salir encontrarnos, al atravesar la pasarela, con Francois Cluzet y Omar Sy corriendo y muertos de risa.





BUDAPEST

En esta ciudad imperial de la  vieja Europa hay 8 puentes que conectan las dos orillas del Danubio, de un lado, la ciudad de Buda en la colina y del otro la ciudad de Pest. Pero sin duda, hay dos que tal vez sean los más bonitos que he visto, tanto de noche como de día.




El puente colgante de Széchenyi, el de las cadenas, es un símbolo para Budapest. Los cables principales son grandes eslabones de cadena. Tiene  a 4 leones custodiándolo, como si fueran los guardianes de la ciudad. 


foto de archivo



El otro puente tiene la ventaja de que se puede pasear por él. Me gusta mucho este puente.

El puente verde de la libertad o Szabadság. Imita también a un puente de cadenas pero está realizado enteramente en hierro fundido, una filigrana artística con aves mitológicas húngaras en los mástiles y farolas muy llamativas en su estructura. 



Un paseo desde el balneario de Buda, en la colina Géllert, al mercado central de Pest. Está muy transitado por autos y tranvías, pero merece la pena.


Cuando vi estos puentes iluminados me recordaron al puente de Queensboro de la película Manhattan. Woody Allen y Diane Keaton sentados en un banco con un perro salchicha contemplando el puente iluminado hasta el amanecer y después paseando por las calles de la ciudad dejando a un lado psicoanalistas, traumas neuróticos y adversidades de pareja. Por que vale la pena vivir, la confianza para un nuevo comienzo.



TOLEDO

Los puentes de Toledo, son otros puentes, más viejos si cabe, y muy, muy diferentes. Medieval uno, y romano otro, que dan paso a una bella ciudad amurallada que queda abrazada por el río Tajo.







En parte gracias a estos puentes esta ciudad ha permanecido en el tiempo desde los romanos hasta nuestros tiempos y han convivido culturas diferentes que han atravesado los gruesos muros de sus puertas.





Son puentes de piedra, defensivos con torreones y puertas fortificadas. Se trata del puente de San Martín y el de Alcántara. Puentes con historia y leyendas como la propia ciudad.






Hay una leyenda, la de la  esposa del alarife que habla de una mujer...me imagino que esta mujer es Meryl Streep que ha estado  encerrada en esta ciudad durante años pero que un día encuentra en estos puentes a un Clint Eastwood cámara en mano y con el deseo de hacerla un poquito más feliz sacándola de sus muros.



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