AmorArte




Estamos en una habitación con vistas. 

Abre las ventanas y corre las cortinas ¡qué maravilla, mece con tus ojos la cuna renacentista! ¿No te seduce esa cúpula del Duomo? ¿y ese puente Vecchio? Mira como sobresale la torre del Palazzo Vecchio y la silueta de la basílica de Santa Croce.



Es Florencia, una de las ciudades más bonitas que conozco. Te dejo abierta la ventana. Contempla lo que es un día en esta ciudad, desde su mañana hasta el ocaso. Siempre es así, fascinante.




Me hincho la boca de aire y ¡puf! ¿Por dónde empiezo? Mirándola me vuelvo neogótica, tiro la chaqueta de cuero negra y me paso al White-collar workers con listas toscanas verdes y rosas, simetría y sencillez, adaptada a medida. Me convierto en Lucy Honeychurch de la novela de E.M Foster y me enamoro de Miguel Ángel en el puente que atraviesa el río Arno; me visto de medievo carnaval con Galileo y Giotto para ir a Piazza de Santa Croce. Y aquí no acaba la aventura, porqué ahora toca trepar por el Campanile bajar por la escalera espiral de la cúpula y raptar a Brunelleschi.




Sí, Sufrí el Síndrome de Stendhal. Creí que era exagerado, pero todo es cierto. Puedes llegar a abrumarte las maravillas que estás viendo. Me quedaría para ir todos los días a la Galeria Uffizi, disfrutar como se merece  esa colección renacentista de obras únicas del siglo XV y XVIII. Allí dentro quedas como suspendida en el aire. Atravesando el pasadizo (parte de ese corredor secreto de G. Vasari) puedes llegar hasta el Palacio Vecchio y después bajar y disfrutar de todas las esculturas de la histórica Piazza della Signoria…





“Stacciata” te quedas. Arte y pensamiento andan sueltos por las calles y plazas del casco histórico de esta ciudad. Es una explosión creativa, donde la innovación y la creación dieron nombre al Renacimiento. 


Florencia es vital, a la vez que hermosa. 



Calles con cafeterías y trattorias, capuchino o helado, pizza o pasta, combinados con esos largos paseos de la historia del arte. Calles con motos scooter, esas vespas ideales para transitar por donde el tráfico no rueda a cuatro ruedas.

Mira como aparece la cúpula entre las estrechas calles. Es Soberbia. Uno de los recuerdos que más aprecio de este viaje, la sorpresa de ella en cada esquina.





Esta habitación que te he reservado tiene unas ventanas florentinas que te voy a abrir para ti, descubre la magia de Florencia.


UNA VENTANA A LA HISTORIA 


Recuerdo una frase de Dante “considerar vuestra simiente, hechos no fuisteis, para vivir como brutos, sino para perseguir virtud y conocimiento”. Creo que raras veces en la historia se haya concentrado tanto genio que dominaran todos los campos para hacer avanzar una sociedad. 


Florencia fue centro histórico, artístico y financiero ya en la edad media, y bajo la dinastía Médici brilló con el gran Ducado de la Toscana. Lorenzo de Médici fue el encargado de los trabajos de Miguel Ángel, Da Vinci y Botticelli. La riqueza burguesa fue la que impulsara que Florencia fuera y sea una referencia de arte y cultura. Comercio, bancos, papas y arte han hecho que esta ciudad conserve este patrimonio.




El Fiorino (El florín) tuvo mucho que ver en ello; fue una moneda de oro que la consagró. Se introdujo en 1252 y fue la primera moneda europea que tuvo un papel comercial importante durante los siglos XIII al XV. No se recordaba otra moneda de referencia desde la caída del imperio romano, de los dinares musulmanes y de los bisantes bizantinos.

La flor del lirio o lis (flos en latín) está en el anverso de la moneda y es símbolo heráldico del escudo de la ciudad. Os sorprenderá saber que esta moneda sirvió como modelo para otras como el florín de los Países Bajos que hasta 2002 (cuando entró el euro) fue su moneda de curso legal.

UNA VENTANA AL ARTISTA


El ingenio, la maestría de artistas que podían ser pintores, pero también arquitectos, escultores, escritores,… figuras que alcanzaban una dimensión que está fuera de la óptica de los mortales.
El artista nacido y hecho para todas las formas y esferas del arte.





El artista es además un maestro, cabeza de taller, establecido en un gremio. Un monopolio artístico con un poder sobre cualquier actividad, incluida la comercial de esa época. El artista alcanza su mayor dignidad social y profesional. Son creadores de la imagen del poder o la fe. 

Para los gobernantes este arte es un prestigio personal, una fama eterna, la gloria.

UNA VENTANA AL DUOMO



Tal vez sea la referencia más conocida de Florencia y del Renacimiento. La Piazza del Duomo. La basilica de Santa María del Fiore con la poderosa cúpula de Brunelleschi, el Campanile de Giotto y ese Baptisterio de San Juan de origen romano con una maravillosa puerta del paraíso, un bronce dorado con bajorelieves que te deja boquiabierta.



La basílica tardó en construirse 170 años para convertirse en un símbolo de poder y riqueza de la capital toscana. La belleza externa de estos edificios son esas bandas que alteran en vertical y horizontal de mármoles blancos (de Carrara) prato (verde) siena (rojo). Los ventanales son soberbios, de artistas celebres como Donatello y Lorenzo Ghiberti (también autor de la puerta del paraíso).

Pero si tuviera que quedarme con algo, sin dudarlo, ¡esa cúpula! La mayor de su clase en el mundo, un icono envuelto en un misterio: su construcción, un secreto de ingeniería. Nada menos que 16 años para construirla. Su creador, un orfebre sin formación de arquitecto que se inspira en el Panteón de Roma y derrota a la gravedad con la sencilla tecnología de la época.



La subida a la Cúpula fue toda una aventura (me recordó la subida a la cripta del faraón Keops en la gran pirámide de Guiza). Una espera en una interminable cola durante horas y..... cento, duocento, trecento, quattrocento ¡436 escalones! No aptos para los que padecen fobia a los espacios cerrados. 



Pero, ¡qué experiencia! estar dentro de esa bóveda octogonal de 45m de diámetro y a 100 de altura atravesando pasillos y escaleras y a pocos metros (que casi tocas con la mano) del fresco del Juicio final de Vasari y Zuccari. El enorme Lucifer !de más de cinco metros de altura! y las escenas más violentas de diablos maltratando a condenados se deben a Zuccari, presente él mismo en el fresco junto a los duques Cosme y Francesco de Médicis y junto a un banquero de la época que daría una ayuda decisiva a la obra.




Ya ves, una vez dentro de la cúpula no hay pesares que valga. Es emocionante, te impacta toda ella por dentro y fuera. Se sube hasta la linterna de mármol y las vistas de la ciudad son fantásticas.



La ciudad se abre ante ti. La Florencia medieval, la renacentista. Conservando todo el encanto de una ciudad de las artes. 




UNA VENTANA AL PUENTE VECCHIO

 

El Ponte Vecchio, ese puente medieval con sus casas colgantes uf!! ¿no os parece único?  Con sus ventanas multicolores lleno de pequeños comercios sobre el río Arno. Es uno de los más emblemáticos que conozco. Ya sabéis mi pasión por los puentesDicen que es el puente  de Europa más antiguo que se conoce, diseñado por un pintor y arquitecto (como no) Taddeo Gaddi. Su origen fue romano, de madera, y después se hizo en piedra. Brunelleschi fue orfebre aquí con sus primeros trabajos artesanales.

 




Se decía que en este puente no se pagaban impuestos antes, ahora creo que sí, ya me diréis la mayoría de los negocios son de joyeros. También hay músicos, retratistas y vendedores callejeros. Todo el bullicio del turista curioso te lo encuentras aquí para ir a una de las plazas históricas de la ciudad.



 


La Piazza della Signoria, corazón de la política, centro del pueblo y lugar de ejecuciones de antaño. El palazzo Vecchio con su alto campanario y en la logia dei lanzi, en lugar refugio de hermosas esculturas, una de ellas esta del rapto de la sabina de Giambologna (Juan de Bolonia), la fuente de Neptuno, una réplica del David de Miguel Angel,…..



 



Este lugar te abriga, te acoge, es un museo al aire libre. Te sientas en los escalones a contemplar cada detalle, cada persona que pasa embelesado y no es para menos. Bajad del campanario y salid por el corredor, allí nos encontraremos en.... 

UNA VENTANA A LA GALERIA UFFIZI



Galería Uffizi (oficios) es un templo del arte. Pasea la mirada desde el gótico hasta los artistas del siglo XVIII. Esta galería no fue creada como museo, sino para dar la bienvenida a la administración y áreas judiciales de la Florencia de entonces. Tiene su entrada frente al río Arno y al puente Vechio. Para construirla fueron demolidas muchas otras construcciones, algunas iglesias incluidas.






Los Médicis aportaron la mayor parte de la colección de arte. Muchas de las esculturas renacentistas que dieron nombre a la galería (Galería de las estatuas) fueron llevadas a otros museos. Permaneciendo una colección de maravillosos pintores: Botticelli, Giotto, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Caravaggio o ¿eran pintores y escultores? si, no, los hay que fueron pintores, escultores y además arquitectos. 




Mi preferido es Boticelli. Me gusta esa delicadeza de los detalles y las minuciosas pinceladas. Como orfebre, deja impresa en sus obras el trabajo con el pan de oro como si de un repujado se tratara. Además es muy gótico y clásico a la vez. La Primavera. Una inspiración en la antigüedad clásica: los cuerpos humanos, la imitación de la naturaleza. La luz. El Nacimiento de Venus, Minerva y el centauro y la Madonna del Magnificat con esos detalles dorados de su corona acentuados sobre el rojo y el azul. 

La sagrada familia de Miguel Ángel, esa representación circular familiar con esa virgen sentada de rodillas con ese azul intenso precioso, al fondo y detrás de ellos los ignudi, personajes desnudos. Es un cuadro circular como la Madonna. Se les llamaba "tondos" y eran muy populares en la Italia del Renacimiento, sobre todo para decorar palacios o edificios gremiales. Y por último destaco otros cuadros de otros artistas que me gustaron mucho por pequeños detalles en los trajes, collares y botella de cristal.





UNA VENTANA A LAS IGLESIAS




Me siguen fascinando esas fachadas de estos edificios. Ese mármol blanco de Carrara con recuadros de mármol verde. Esa geometría maravillosa. Taracea toscana.  


Santa María Novella. Con esa fachada de la basílica tan del estilo renacentista que he descrito. Me atrae ya no solo la decoración policromada y esos aletones laterales sino también la geometría, el uso de las matemáticas para su construcción (rectángulos, cuadrados y círculos) se diría que hay más de razón que de sentimiento. Tal vez más inspiración de banqueros y militares que utilizan el arte como una forma de prestigio.



Está en una de las plazas más bonitas de esta ciudad. En esta plaza se realizaba (me imagino cuando era más grande) una carrera de coches (Palio dei Cochi) semejantes a los carros romanos.




La Iglesia gótica della Santa Croce en el barrio de los tintoreros y los curtidores. Un centro de tradición franciscana con Dante que te espera en la puerta. Pareciera que guarda las sepulturas de los grandes artistas (Miguel Ángel, Maquiavelo, Galileo Galilei, Leonardo Buni).




Toda esta basílica es interesante, dentro y fuera: Los soberbios frescos de Giotto. Las esculturas de la tumba de Michelangelo Buonarroti y de Galileo Galilei. Me quedo con esa figura a tamaño natural sentada al pie del sepulcro, alegoría de la escultura, una de las bellas artes de Miguel Ángel (ya comenté que también la pintura y la arquitectura) con su dolor y su tristeza.


 

Brunelleschi es también el autor del claustro y la capilla Pazzi.




Espero que con este viaje y con estos artistas, genios sin delirios de grandeza, hayas podido escapar y callar el mundo real.  Dan ganas de darle alguna respuesta más a la vida ¿verdad? ponerle una pincelada más de libertad y subir una piedra más, cueste lo que cueste y hasta.....

Pero ¿qué te pasa? ¿síndrome de Stendhal? Noooo acabas de EN-AMOR-ARTE

SOY 


LA GRAN DAMA DE HIERRO

No sé si seré el icono cultural más visto, pero sí sé que soy la estructura construida más famosa donde la ingeniería y la arquitectura se dieron la mano ya hace algún tiempo, allá por 1889.


¿Quién no me ha visto alguna vez? En un viaje, en una foto, en un póster, en una camiseta? Y que me dicen de las imitadoras que tengo por todo el mundo, desde Inglaterra a Las Vegas desde Rumanía a Tokio y China.


Sé que fui un capricho, un capricho de exposición y para una celebración única, la del centenario de la república francesa. Como tantos monumentos para la ocasión debían de haberme demolido, pero no, me salvó el empeño de mi inventor Eiffel y unas cuantas antenas de radio. No sabían entonces la trascendencia que supondría mi figura para París y desde aquí, para el mundo entero; y lo siento por los españoles, porque fui ofrecida antes a Barcelona pero me rechazaron por no encajar, siempre por no encajar. 

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 Dijeron de mí que era muy revolucionaria para mi época, demasiado moderna para ciudades de corte renacentista y que parecía un mecano gigantesco con remaches por todos lados, pero bueno, siempre tuve en contra escritores, pintores y arquitectos de lo más clásicos. Me han llegado a llamar de todo: monstruosa, inútil….
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No creo que piensen ahora esto todos los millones de personas que me contemplan. La gente se queda como pasmada viéndome.



Hay que resaltar de mí que soy mucho más impresionante de cerca. No tengo un lado más bueno que otro, da igual que sea desde el Campo de Marte o desde el Trocadero, desde el río, en metro, en coche o andando.





Recuerdo con nostalgia mi construcción. Mi inventor Eiffel había solo diseñado puentes, puentes maravillosos en ciudades como Oporto, Sevilla,… pero en mi proyecto puso algo más que la comunicación entre orillas; él puso parte de sus sueños, una ambición de que yo fuera un símbolo único para París, para el mundo entero. 

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Mis 8000 toneladas de hierro forjado son filigrana, no son sólo vigas entrecruzadas, son piezas diseñadas al detalle, calculadas al milímetro y montadas una a una con precisión.



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Tardaron en mi montaje algo más de dos años y realmente fue una hazaña técnica. Más de cien operarios prepararon el material en fábrica y más de doscientos en mi obra. Se estudió cada detalle para que la fuerza del viento no me afectara. Aún creo ver los andamios de madera y pequeñas grúas de vapor fijadas en mi estructura.
Mis patas y mis columnas son admiradas y fotografiadas. Mis arcos monumentales no tienen nada que envidiar al arco del triunfo, soy mucho más estilizada que él e incluso se diría que emerjo de las aguas del río. Y además le doy luz y color a la ciudad cosa que él no hace. 

 Ahora estoy pintada más en armonía con el paisaje, de marrón, no de cualquier marrón, sino Eiffel. Pero he estado de varios colores. Al principio fue amarillo anaranjado, después rojo, azul e incluso hasta verde. Siempre había un motivo para cambiarme el color, que si el año nuevo chino, que si los 20 años del día de Europa, que si la copa del mundo de rugby…


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Cada 7 años unos 25 pintores trepan haciendo acrobacias por mis vigas para pintarme. Se pueden imaginar lo que tardan, por lo menos un año o más, pero no me importa. Han cambiado mucho los tiempos, aún recuerdo mis primeros pintores, saltando, trepando y haciendo equilibrios y malabares con el cubo en la mano.







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He llegado a estar adornada con carteles publicitarios pero era algo que no me gustaba prefiero así como ahora, brillando en la noche. Mi sistema de iluminación, es único, no deja indiferente a nadie. 





Unas 7000 bombillas y 300 reflectores que me hacen más bonita si cabe y con un haz de luz giratorio que se observa a muchos kms de distancia, como si de un faro se tratara. Un espectáculo sencillamente espectacular, que se perdió Tomás Edison cuando vino entonces a visitarme.



Como vieja que soy también voy a contar algunas anécdotas que me han ocurrido. Historias únicas que sólo me han pasado a mí. Saben, me han intentado subir montados en zancos, este fue un panadero que no andaba bien de la cabeza; se han tirado con uno de los primeros trajes paracaídas, bueno esto fue una tragedia; me han rodeada con un globo dirigible, esto fue divertido; y la historia que más me gusta contar es la del oso del circo de Moscú. Fue invitado para estrenar mi pista de patinaje en la primera planta. Y ya como para dar más envidia y por eso sigo siendo especial, es que Eiffel llegó a crear en mis pies un túnel del viento.


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 Después he tenido cosas más sosas como una imprenta en la segunda planta, un laboratorio de observaciones meteorológicas…Lo que no me gustó nada es que un estafador de cuyo nombre no quiero ni acordarme intento venderme para chatarra a la industria metalúrgica y uno de ellos encima picó, ja,ja, fue uno de los timos más sonados de la historia.



Ya ven, me siento muy orgullosa de lo que soy, única ¿Ven esa gente que suben y bajan por los ascensores? están disfrutando de mi estructura y además pueden disfrutar de mis miradores, para ver toda la ciudad de París.




 



 







Hola, por fin después de unos meses que visité Roma, he podido rescatar mis fotos de la carpeta. Seleccionándolas solo se me ocurre una palabra: HISTORIA. Y qué mejor fecha la de hoy, 24 de enero, para publicar esta entrada del blog y celebrar el cumpleaños del emperador hispano Adriano, sobrino de Trajano (ha sido una coincidencia). 

Si pretendía enseñaros esta ciudad tenía que ser a través de las páginas del tiempo imperial y de la mano mágica de dioses y dominas. 

Aquí está, mi particular inspiración de esta ciudad. Qué la disfrutéis.


Es Enero de 2016, el mes dedicado al Dios Jano, el dios de las dos caras, el que representa un comienzo y un final. 

Hay un cielo azul donde el eterno Júpiter se aburre. 

La inteligente Minerva lo observa y le hace muecas, siempre sabe cómo convencerle para que ceda a sus caprichos. 

La diosa lleva meses engatusando a su padre para que no suelte ni uno de los nimbos que tanto él aprecia. Lleva un año con Sol en el cielo (esto no pasaba desde 1880 cuando la luz eléctrica iluminó el reino celeste y Júpiter guardó sus nubes y rayos por temor). La vida en el cielo transcurre muy animada.

Hoy Minerva con sus juegos de arte entretiene a Júpiter y a las hijas de Pandora. Están jugando a las dóminas. A las jóvenes les encanta creer que son las piezas de este juego y Minerva las complace siempre. 

 Cornelia
 Verania
Las piezas son bellas estatuas de distinta época romana con delicada indumentaria y peinados sofisticados. Esculturas con el soplo divino de la vida rescatadas por la diosa de cada una de las sombras del reloj de sol de Augusto. 



El tablero de juego está desplegado como una alfombra mágica, es la gran ciudad de Roma. 

PANTEÓN DE AGRIPA


El juego ha comenzado en la plaza de La Rotonda, Verania y Cornelia, yacen en el suelo rodeadas de gente. Miran extrañadas a su alrededor, descubren el maravilloso Panteón de Agripa ( templo de todos los dioses) con su  gigantesca cúpula; y justo delante de ellas, el obelisco de Heliópolis. Oyen a duras penas el murmullo del agua de una fuente que antes no existía. Es mediodía y el aire huele a extraños perfumes. El miedo, la perplejidad les cautiva. Hay una muchedumbre a su alrededor pero… que extraño, escuchan un silencio irreal en la plaza y la gente no repara en ningún momento en ellas


No hay soldados romanos, ni senadores, nadie viste con toga,….  Se levantan, intentan caminar y entonces perciben que son invisibles a la realidad del lugar, excluidas del ir y venir, de ese caleidoscopio viviente de gente en continuo movimiento, de los clics de las cámaras, de los gritos, de los selfis,…
Verania mira sus sandalias de tacón, se levanta, e incluso siente que su caminar es extraño. El suelo no es de losas reticuladas de basalto y travertinos, son adoquines. Verania sigue con la mirada un pequeño reguero de agua que llega hasta las escaleras del templo. Frente a las columnas hay dos carros tirados por caballos, se sonríe.  Se acerca pero, no ve a nadie que le resulte familiar ¿dónde están los oficiales de caballería? ¿no hay esclavos que estén aguardando? pero ¿tampoco hay palanquines? 


La dómina Cornelia se ha quedado petrificada (más aún si cabe) se tapa los ojos para comprobar si todo es un sueño. El gentío la asusta, recuerda la inseguridad que tenían las calles de Roma y corre hacia el vestíbulo de Panteón, bajo las columnas, abraza su cuerpo sintiendo su palla y su colorido chal bordado. 


Verania, está patidifusa, rodea el edificio mirando las casas que están junto al Panteón, las ve diferentes, el color, sí, no es el color blanco-crema de las fachadas que ella conoce. Encuentra un edificio amarillo que le recuerda a las insulae romanas pero ¿dónde están los muros de arenisca? hay luces y cristales en las ventanas… No se ven ni criados, ni obreros, ni albañiles en los últimos pisos. No hay aguadores subiendo agua a las casas. Ni nadie tirándola por la ventana. No hay letrinas en las calles. Los caldereros y sus martillos no se escuchan ¿dónde están los comerciantes de Oriente y las casas de patricios con sus hermosos peristilos junto al templo?


Ya en el pórtico, Cornelia abraza la columna corintia, siente como su fuente de rizos roza el frío granito egipcio; mira asustada hacia el arquitrabe del atrio e invoca a Venus, se adentra a la sala circular del Panteón buscando la diosa. Gente, gente por todas partes, pero ¿y sus dioses?…. ¿quiénes están en sus altares? 


Minerva con sus acompañantes observan a través del óculo de la bóveda. La luz de Sol se desliza brillante por los casetones de piedra volcánica porosa, ven todo lo que ocurre dentro. El gentío mira hacia arriba haciendo caso omiso a su alrededor,  como si de la bóveda celeste se tratara, la contemplan extasiados.
Verania acaba de entrar, se pregunta qué ha ocurrido, sabe que el Panteón sufrió varios incendios y casi quedó destruido pero, se reconstruyó para celebrar la victoria de Augusto sobre Marco Antonio. Algo insólito ha pasado….

CALLES DE ROMA

Las dóminas salen del Monumento, atraviesan las calles de la ciudad.







Aligerando el paso, mirando a su alrededor, no creen lo que ven ¿están en Roma? Esas callejuelas, pasadizos y arcos.... Hay detalles de este entramado de calles estrechas y pequeñas plazas, como esos patios escondidos con sus olivos y sus vides. Las dóminas reviven momentos.




No hay candiles de bronce dorado, hay farolas. Las casas ahora son coloreadas, con restos de columnas e inscripciones romanas en las fachadas que le son tan familiares, como esas trepadoras que caen entre las ventanas y los restos de ruinas romanas que aparecen en cada rincón de la ciudad. 







Deben subir a alguna colina cercana para ver Roma. Verania propone subir primero al mirador de Laniculum (colina de Gianicolo), un lugar fundado por el dios bifronte Jano. Andan deprisa, se encuentran con algo que les asusta ¿qué son esas luces, ese eco? Son autos, son motos. 


Suben las escaleras, una gran fuente de mármol aparece ante sus ojos (la fontana dell´Acqua Paola) pero, ¡si aquí había un acueducto! Corren por una alineación de pinos piñoneros hasta que se abre un gran claro ante ellas. El eco se hace silencio......


MIRADORES DE GIANICOLO, AVENTINO, PINCIO

¿Dónde está Roma? La ciudad del mayor imperio, el museo más bello de arte y arquitectura. Sólo se ve a lo lejos las ruinas de un circo, no, es el anfiteatro de los gladiadores ¿dónde están los colores de Roma: el blanco, rojo, verde y oro? Los tejados verde-oro de los templos y edificios imperiales. Los cuarenta arcos de triunfo, sus doce foros, sus cien templos y sus once acueductos con su millar de fuentes. No se ve nada de los bosques sagrados, los campos cultivados, ni los jardines públicos, solo apenas trazos de pinar….el corazón se les encoge, lloran abrazadas, mutismo.


La diosa Minerva había puesto en el tablero dos nuevas damas elegidas por las niñas: Son Virginia y Claudia, que al caer gritan; una busca su móvil, la otra casi pisa sus gafas ¿se habrán roto mis gafas graduadas de loock working? Virginia la manda callar. Ven a  Verania y Cornelia y han escuchado que hablan de una Roma que ya no existe. Virginia tras presentarse les cuenta que Roma sigue siendo eterna en su historia y en su arte; en ella hay muchas Romas, es ecléctica, y es lo que están viendo. El arte ha permanecido pero se ha creado a partir de los restos de otra Roma que existió antes. Claudia les comenta que su Roma fue la de la toga y el palio, después vino la de los peregrinos de la época medieval y después la del cinquecento y la barroca. Les describe las cúpulas, iglesias, basílicas, monumentos, y otros muchos que no se ven como fuentes y escalinatas. 


 Cornelia no llega a comprender como desapareció la hermosa ciudad encendida del imperio donde Sol iluminaba las blancas columnas y los frontones de bronce dorado ¿dónde se han ido sus miles de estatuas de bronce, oro y marfil?


Claudia le cuenta que en el siglo XVI Roma se convirtió en cantera. El Papa Julio II reestructuró la ciudad, hubo una expoliación, una demolición de mármoles, columnas y capiteles; muchos de ellos convertidos en cal para hacer ladrillos y mortero.



Las dominas transforman su cara entre asombro y cólera, pero ¿nosotras qué evocamos ahora? ¿a quién representamos? ¿acaso algo que ya no existe? Somos una obra creada y moldeada para exhibirse, nuestra actitud atrae la inspiración misma. Somos vínculo y narración, somos momento....


Virginia las tranquiliza. Y es así, les comenta. Sois nuestra inspiración ahora, sois la estética del Renacimiento y el Neoclasicismo. 

Siempre habéis estado presentes, representáis la vitalidad de todos los tiempos. Siempre en Roma.

Os llevaremos a un lugar donde permanece el espíritu de vuestra Roma, donde nace y donde muere parte de la historia, es en el Palatino, en Los Foros y en El Coliseo.





Las cuatro damas marchan hacia la colina del Palatino es el origen de la ciudad y es donde se tomaron las decisiones que más influyeron en la historia de la Europa Mediterránea y parte de Asia.

Verania les pregunta si hay cerca unas termas para lavarse. La negación de las damas del siglo XXI les aflige. 

Roma tenía grandes termas que parecían villas, lugares para el esparcimiento y la mente con bibliotecas, ( “Mens sana in corpere sano”) fuentes monumentales revestidas de mármol y mosaicos. Toda la ciudad estaba siempre cubierta de una niebla matutina que marcaba las siete colinas por la actividad de las calderas.















No os preocupéis, que aún sigue siendo la ciudad de las fuentes.

Atraviesan el río Tiber pasan por el mausoleo del emperador Adriano y por el Pons Aelius (puente de Sant Angelo) ahora llenos de estatuas de ángeles. El río ya no tiene sus marismas donde los cangrejos se escondían en los cavernáculos de la orilla.


Cerca de aquí vivía Cornelia, junto al estanque central del cenáculo (apartamento). Lo describe con nostalgia. Tenía grandes ventanales para la luz, dos jarrones de flores sobre una mesa de madera exótica. Las paredes lucían en vivos colores, anaranjados, azul celeste o rojo pompeyano; una de ellas tenía un paisaje pintado con las musas de Apolo. A su mente le viene la mesa redonda de mármol de patas felinas con una pequeña Venus. El suelo de elegantes mosaicos en blanco y negro de basalto. Los mosaicos de colores de pastas de vidrio y mármol policromado con figuras humanas o de animales. La cocina humeante con el hornillo de bronce……

 sigue la historia en ROMA ETERNA pincha aquí


Somos Virginia y Claudia, andamos un poco enfadadas porque no nos presentaron al comienzo de esta historia. Sabed que formamos parte de ella y aún tenemos mucho que contar….Esta historia comenzó en ¿DONDE ESTÁ ROMA? allí conocerás las otras protagonistas de la historia. 
Este es un viaje que tal vez no acabe nunca, porque Roma es eterna.

Claudia
Virginia


CAMPO DEI FIORI

.......Verania y Cornelia acaban de sentir que no han comido nada.  Se miran, no llevan ningún denario de plata, ni un humilde sestercio.

Virginia les dice que no se preocupen; esas monedas ya no podrían servirle ahora, solo a un coleccionista o a un museo. Verania pregunta si acaso ya no se compra con monedas. No, bueno.... sí,  existen ahora otras, son euros. Es el dinero que usamos en Roma y en la mayoría de países de Europa.

Para las dóminas dinero y denario les parecen que suena parecido.... Claudia le enseñan los euros. Les sorprenden que no esté ni Minerva, ni Júpiter, ni Marte, ni cuádrigas, ni emperadores ¿acaso estas monedas no representan la gloria y el poder? Silencio.





Como viajeras del tiempo que son, Verania y Cornelia lucubran sobre el valor de sus monedas. Entre unas y otras han calculado que un ciudadano medio de la antigua Roma llevaba consigo unos 30 sestercios, unos 60 euros. Una sola túnica valdría 15 sestercios, unos 30 euros, un litro de aceite de oliva 3 sestercios, unos 6 euros,.... ¿y un esclavo? pregunta Claudia, un esclavo, contesta Cornelia, entre 1200 y 2500 sestercios, unos 2500 a 5000 euros; dependía si eran gladiadores, jornaleros, prostitutas, sirvientes, contables, médicos, narradores o maestros,......¿acaso ahora no hay esclavos? Virginia les comenta que la esclavitud ha formado parte siempre de la historia de la humanidad, la de antes y la de ahora,.....pero no son capaces de ponerle precio...... 















Buscan un mercado, el más tradicional, donde poder encontrar comida que les sea familiar a las dos dominas de la antigua Roma: frutos secos (dátiles, nueces, ciruelas, higos secos), albóndigas, longaniza, carne de cerdo o ternera ahumada con comino, pimienta, perejil ajedrea, manteca y piñones, foie gras de oca,  pollo relleno, liebre estofada, parrillada de pescado. Virginia les enseña en los puestos de la plaza las comidas típicas de ahora: pasta, pizza, chile, tomate, mozzarella, leche de búfala asiática, helados, café,... Ya no hay garum, vuestra salsa preferida, la de la antiguos romanos a base de tripa de pescado (anchoa o caballa) o pescado entero macerado en sal, a veces con laurel, miel o mosto fresco.



Verania viendo los restaurantes de alrededor y sus mesas, les comenta todas las exquisiteces de los grandes banquetes de las alianzas políticas o de los negocios,..... aquellos manjares: Ubres de cerda rellena de erizos de mar acompañadas de copas de vino mezclado con miel (mulsum), ostras, carne de lirón, lenguas de vencejo a la miel, langostas rellenas de caviar, pies de dromedario, ruiseñores a los pétalos de rosa….. Las dóminas del siglo XXI no caben en su asombro, por no decir la cara que se les ha quedado.


FOROS
  
Llegan cerca de los Foros romanos, frente a la columna de Trajano. Ya no existe el arrabal de aquel pueblo llano con calles sucias y comercios humildes, ese barrio que se separaba del lujoso mundo del Foro romano por un muro alto de toba volcánica, según decían, para evitar incendios. Aquella zona pantanosa e insalubre que luego se convirtió en el centro de la vida política y religiosa, la administración y la Justicia del Imperio: los Foros imperiales de Julio César, Augusto, Vespasiano, Nerva, Trajano.  



Cornelia cuenta que el Foro de Trajano era una de las maravillas del Imperio romano. Un museo extraordinario de obras de arte. Su arco triunfal en el centro estaba rematado por un carro tirado por seis caballos. Había estatuas de 3 m de altas de príncipe bárbaros que habían sido prisioneros. En el centro, la majestuosa estatua ecuestre de Trajano y bajo él, un suelo de mármoles blancos y policromados...... 



Su templo de la paz. La basílica Ulpia, tan similar a la Basilica de San Pedro. Verania señala con orgullo la columna de Trajano, hecha de mármol carrara con sus 19 tambores de 32 toneladas cada una. Un friso continuo que va en espiral con las campañas militares: grandes batallas, legiones cruzando ríos, los legionarios,..... estaban esculpidos y coloreados y con armas de bronce que brillaban en el blanco mármol, pero veo que ya no están, al menos dentro ¿permanecerá aún la escalera de caracol?

















Las cuatro damas van hacia el monte Palatino. 






Sobre las ruinas Verania exclama sorprendida ¿qué es esto?  ¿acaso, estos encuadres están rotos?...... Sí, son sólo fragmentos de la eterna Roma....son un recuerdo descontextualizado,.... sólo quedan jirones de edificios.....sólo queda la esencia de la ruina…. 

Cornelia contesta con tristeza en los ojos, el rostro denota su emoción, tiene la mandíbula caída y abiertos los párpados,... Son sólo restos de mármoles, estucos y columnas en un suelo de tierra y polvo.....



Verania la interrumpe, no hay  mercados, ni negocios ni tiendas…..¿dónde está la gente sentada en las escaleras o jugando a las damas chinas con el tablero grabado en la superficie de los peldaños? Abogados que salen de la Basílica Julia, la catedral para los tribunales de Roma, los picapleitos buscando clientes en la plaza del Foro. Esos juicios públicos, esos espectáculos a golpes de escena, la ovación, los aplausos. El Senado con sus portones de bronce, esos escaños donde se tomaron tantas decisiones gloriosas en tiempos de Julio César. Apenas quedan los esqueletos de mármol, apenas quedan relieves en los arcos triunfales.....





Y las vestales que tutelaban el fuego sagrado de Roma qué presidian las ceremonias, los sacrificios y los ritos, las que custodiaban objetos sagrados. No hay divinidades en altares, no se huele el incienso que embriaga la estancia, y ¿dónde están los esclavos? Ellos lavaban, cocinaban, traían agua, el hielo, iluminaban las estancias, tocaban la lira, leían, recitaban, limpiaban nuestros pliegues…. ¿qué pasó  con  nuestras hermanas las estatuas doradas? 




Verania siente un gran desconsuelo, ha desaparecido el espíritu de Roma: la cultura literaria, jurídica y filosófica. La sociedad refinada, evolucionada y avanzada de su tiempo. Amante del derecho, sensible a la filosofía, a la belleza del arte, aquellas obras maestras…. La Basílica Emilia con sus soportales donde estaban las exposiciones y el mercadillo de cuadros….

Cornelia, nerviosa toca su tintinnabula para el buen augurio.


COLISEO

Las dominas comienzan a caminar por la vía Sacra y más allá del arco de Tito, de pronto, aparece el anfiteatro, el Coliseo. Cornelia no puede creerse que esa ruina de arcos y pilastras sea lo que fue el anfiteatro de Flavio, el más grande construido en Roma con sus bellas arcadas y su ático de doscientos mástiles ¿qué fue de su mármol y travertinos? Solo queda ladrillo cemento y toba en restos de bóvedas, gradas y arcadas casi fantasmagóricas ¿qué ocurrió con la magnífica recreación del imperio?






Virginia cuenta que después de la Edad Media, dejó de utilizarse para espectáculos. El Coliseo fue dañado por terremotos y picapedreros. Fue fortaleza y cantera,  refugio, fábrica, sede de una orden religiosa y santuario cristiano.




Verania sorprende con las curiosidades que cuenta del Coliseo: era grandioso contemplarlo con sus 50.000 espectadores, se veían las literas, palanquines y gente caminando por todos sitios. Ese anillo inferior de gradas inexistentes estaba reservado a los senadores, las vestales, los sacerdotes y los magistrados, y arriba, a los maestros artesanos, los comerciantes,… y separados por un callejón aún más alto, estaba el pueblo y los más pobres. Se rociaba a la gente con agua de esencias de rosas y azafrán, mientras que afuera mil marineros de la flota militar eran los encargados de manejar el velamen de 240 toneladas que cubría el Coliseo. Debajo de la capa de arena, seis metros más abajo, había varias plantas subterráneas con pasillos, estancias, jaulas y escenografías diversas que se subían con montacargas…. Se llegaron a representar espectaculares batallas navales…. Se representó a  Icaro, el mito de Orfeo, el mito de Prometeo, el mito del nacimiento del Minotauro…



Virginia comenta que era el lugar para exhibir y ostentar la opulencia de los ricos, miles de animales y de gladiadores han muerto aquí. Se sacrificaron tantos animales: ciervos, gacelas, avestruces, osos, toros, elefantes,...

Prosigue Verania. El Coliseo era el noticiero, aquí te enterabas de cómo iba la política, los últimos impuestos, cotilleos. Aquí se buscaba quién te iba a invitar a cenar... Aquí se conocían los próximos combates de gladiadores, de carrera de carros, las cacerías de leopardos, las ejecuciones de criminales.

Claudia no puede contenerse. Era un suplicio, un espectáculo de muerte, no comprendo que se montaran escenografías siguiendo un guion mitológico o histórico; tan espectaculares sí, pero llegando a la ejecución, al baño de sangre y al ensañamiento. Sadismo,..... condenados que hacían acrobacias con palos y andamios,... vestidos con ropas inflamables que ardían después. La muerte de los cristianos, ….No, interviene Cornelia, las ejecuciones de los cristianos de Nerón se hicieron en sus circos privados.


Virginia completa el argumento. Sí, conocemos esta historia incluso las carreras de carros que se realizaban cerca del Vaticano, allí se ejecutaron cristianos y allí se enterró a Pedro, la razón por la que está la basílica. Otros cristianos murieron en otros anfiteatros; pero, más allá de estos tiempos imperialistas, en la Edad Media, en el campo de Fiori, se quemaron en la hoguera a herejes, en Trastevere se cortaron las manos a los condenados, en el puente de Sant Ángelo había ahorcamientos, decapitaciones y descuartizamientos, y en la  plaza del Popolo ejecuciones que formaban parte del festejo de carnaval con martillazos en las sienes hasta la muerte. Las páginas de la historia nos trae: fusilamientos, sillas eléctricas, cámara de gas, y la horca, que aún se sigue usando en algunos países de Asia.


Las cuatro damas quedan en un silencio cómplice.

Verania mirando la muchedumbre que se agolpa a la entrada del Coliseo, coge la mano de Cornelia (parece que ya fuesen sus últimas palabras). Creo que en todos los tiempos Roma ha estado al servicio de las necesidades del que gobernaba. Para el romano de nuestro tiempo el arte del Coliseo era un vehículo para canalizar los ideales políticos del Estado, era la propaganda del poder y así hay que comprender lo que fue el resto de Roma, nuestra antigua Roma. 


Cornelia, con consciencia de pena, añade: sí nosotras representamos esa Roma, sus ideales, pero también fuimos modeladas por sueños, la de los artistas que nos esculpieron.

Claudia reafirma, sí, tu Roma fue tan importante como es la nuestra ahora. Es un eclecticismo de todos los tiempos. Vuestra Roma, donde vivisteis, nos aportó las instituciones republicanas y el derecho, el calendario,  el latín, el alfabeto,…..
Hasta mi propio nombre tiene su origen romano...

Sí, en realidad no puedo condenar vuestra historia, sólo puedo con vosotras entenderla.

(Pinturas romanas son de Pichi-Avo)

Barcelona, la Barcino romana, es una promesa de felicidad. Es una paleta de color hecha de cristal y cerámica. El universo del modernismo. Una ciudad cosmopolita llena de luz y sal.


Describir esta ciudad tal como la veo ha llevado su tiempo y al final me he decantado por los detalles.
No conozco ninguna otra ciudad en la que el espíritu de la naturaleza haya conseguido doblegar la mano de arquitectos, de forjadores y de ceramistas. Y como si de alquimistas se trataran les haya hecho descubrir cuál es su elemento constitutivo; trasmutando así el mineral, el metal y la cerámica.

 

En mi mente aún brillan: el troceado trencadís, las insinuantes tribunas acristaladas y la filigrana del hierro forjado; y qué decir de esas petrificadas figuras humanas, plantas y animales asomándose entre formas cavernosas y paredes geométricas.

Como bióloga no podía dejar de lado estos detalles de la naturaleza. Aprendí que en ella se encuentra el diseño más perfecto. El artista lo sabe y lo ha sabido siempre. Acude a ella para conseguir el equilibrio y la armonía para su creación.
Ya había escuchado hablar de la arquitectura biomimética pero ahora es cuando la he visto y comprendido. “Es la arquitectura que imita los modelos de la naturaleza inspirándose en sus diseños y procesos biológicos”. Antoni Gaudí, este genial artista catalán, consiguió aplicar en sus obras esa información genética. Dicen de él que es el maestro de la Arquitectura más natural, bella y original. En su obra está presente la tierra, el agua, el aire, el sol, los animales, las plantas,.. Esas magníficas alegorías…

Líneas curvas, formas de huesos (fémur), tendones, formas de troncos y ramas, esqueletos de radiolarios, conchas de caracoles, piel de reptiles, escamas de pez,.. Y ese colorido intenso y brillante de la cerámica, esas luces en el interior de los edificios, ese forjado del metal y ese moldeado de la piedra….


La Sagrada Familia es una de sus obras. Un templo único, impresiona por fuera y por dentro. Comenzó a construirse en 1894 y aún no se ha terminado. Parece gótico, con esos campanarios, pero es mucho más expresivo. Esas peculiares formas con la que emerge del suelo, sus torres en espiral y esos pináculos tocando el cielo… Es puro simbolismo. La fachada de la Natividad fue la que realizó Gaudí en vida y muestra toda la fuerza plástica que este artista quería para su templo. Destaco de ella el ciprés lleno de palomas que simboliza la vida eterna y el pelícano en su nido como ejemplo del amor de los padres hacia los hijos.


 

A entrar nos encontramos con la maravillosa puerta del pórtico central. De bronce ha sido diseñada por un japonés, Etsuro Sotoo. Está llena de hojas de hiedra, parra virgen, flores y hojas de calabaza, con insectos, orugas, arañas, lagartos..







El interior de la Sagrada Familia es espectacular. Como de un bosque se tratara emergen del suelo columnas arborescentes.




La luz del sol entra por los tragaluces del techo y por vitrales multicolores. Hay una degradación en los tonos que iluminan de forma muy especial toda la estancia.










La casa Batlló. Creo que Gaudí la sacó de un sueño ¿qué ideas tendría en la cabeza y qué sentimientos le secuestraron? 

 


Casi me atrevería a narrarlo. “Unas máscaras flotan en un agua cristalina llena de reflejos multicolores. Hay pompas de jabón que se deslizan por la superficie y un lomo de dragón (que tanto le gusta a este artista) rompe la lámina de agua de este lago imaginario con sus gruesas escamas. Las luces del día crearán reflejos que ahuyentarán la mirada del fondo donde los huesos yacen”. 



Lejos de mi fantasía es una verdadera maravilla cromática de fina cerámica angular que me recuerda a los pintores impresionistas que tanto me gustan.

Además de la obra de Gaudí hay detalles en esta ciudad en sus avenidas dignas de elogiar. En el Paseo de Gracia además de la casa Batlló encontramos los bancos-farola de 1906 obra del arquitecto Falqués i Urpí y del forjador Ballarín. Impresionantes ¿verdad? También abundan los ornamentos de motivos vegetales y esas formas curvas que representa la fuerza vital, el crecimiento de las plantas. La estética geométrica inspirada en la estructura vegetal. Este art nouveau, olalá!!!.


 


Barcelona es una ciudad que ofrece eso que tanto nos gusta a los viajeros, poder pasear sorprendiéndote y poder descansar ya sea en un banco, en la hierba o frente a un lago sintiendo arte a tu alrededor sea el que sea.



Parque de la ciudadela. Es un jardín histórico artístico. Lugar de encuentro, de juego, de celebración, de evasión. Hay esculturas, lago y una variada vegetación con zonas extensas de césped. Su ambiente me recuerda al de los jardines de Luxemburgo, en París. 


Un espacio lúdico donde la gente se evade con mil historias, las suyas. 



En un rincón hay niños que juegan con pompas de jabón y en otro encuentras equilibristas y telas acrobáticas.





El agua está presente en pequeñas fuentes como la del jarrón con los niños o el gran estanque con grifos que lanzan agua por la boca y un conjunto escultórico sobre rocas que representa el nacimiento de Venus y un carruaje imaginario de caballos marinos. El lago es otra de las atracciones, barquitas que van y vienen entre patos y arboles acuáticos.

 


Para terminar con esta primera parte he elegido el barrio gótico. El centro histórico de la ciudad, el origen de la ciudad. Su centro más concurrido es la plaza Nova está llena de contrastes y de artistas. Se pueden ver elementos como restos de la muralla, las torres circulares y la entrada romana.


 


La calle del Bisbe fue una de las arterías principales de Barcino. Una estrecha vía que une el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat con la plaza nova. Aquí encontramos este bonito puente que no es tan viejo como parece pero que hace las delicias del objetivo de la cámara.


Si has llegado hasta aquí. Gracias por visitarme y compartir conmigo tu tiempo. Si te ha gustado, en la segunda parte y en otra entrada diferente he destacado de Barcelona: el Parque Güell, las fachadas modernistas de edificios residenciales y el mercado de la Boquería. Todo un aliciente para los sentidos.
Un abrazo


 Sigue aquí Barcelona 2ªparte




Hola de nuevo y gracias por compartir tu tiempo conmigo. Un guiño para mis seguidores catalanes: Encarna, Carlos, Conchita, Antonio, Carolina, Leticia,….
Visitar Barcelona después de tantos años ha sido para mí una experiencia sensorial que no es fácil de describir. Tal vez sea por eso que haya necesitado hacer dos entradas para trasmitir lo que me inspira esta ciudad.


La esencia de Barcelona está en los materiales con los que están compuestos sus emblemas. Brillan con luz propia. Diseñados para impresionar desde el detalle.



En otras ciudades me llaman la atención las grandes proporciones de los monumentos y esa simetría que es legado de los arquitectos griegos clásicos. En esta ciudad es otra percepción. La vista descubre una realidad física más ligada al entorno, a la línea curva, y ahí está el misterio y el encanto de Barcelona.

 Es una ciudad referencia del arte modernista. Un arte que se ha trasmitido en el tiempo. Lo vemos en construcciones, en interiores, en esculturas. No hay proyecto nuevo que no recoja una pincelada de art nouveau. Se ve en la Sagrada Familia, en el Parque Güell, en esas calles y avenidas y en los nuevos edificios. Y en esos tantos detalles salpicados por la ciudad que me fascinan: sus farolas, sus ventanales y balcones y esos rincones donde la historia comenzó.



Qué decir del trabajo de Gaudí, el artista emblemático de esta ciudad. Rompió moldes en su tiempo y consiguió darle una gran libertad a su creatividad. Sus obras no solo me sorprenden sino que incluso me divierten. Sus piezas artísticas tienen la luz como protagonista del espacio escénico, sus maquetas son un decorado natural y el trencadis policromático le saca los colores a ese traje de fantasía con que viste sus creaciones. No puedo evitar imaginarme como disfrutarían rompiendo platos, tazas de café, botellas y baldosas para crear este mundo multicolor despertando la memoria de los artistas romanos.


Parque Güell: ¿qué sería Barcelona sin este parque? me traslada a los cuentos infantiles de esos de los que comenzaban como “Érase una vez un bosque verde salpicado de senderos y columnas extrañas petrificadas y en el corazón del bosque hay un templo guardado por animales convertidos en gárgolas. El templo de Olot tiene cien columnas y almenas sinuosas multicolores. Cuenta la leyenda que el alma de un dragón dormido y de una serpiente orejuda vigilan este lugar. Hay casitas de chocolate con torres de caramelo que te distraerán y que harán las delicias de los niños pero ¡cuidado! Puede que el dragón y la serpiente salgan de su sueño eterno y entonces…..”





Mi lugar preferido es la sala hipóstila con sus columnas y plafones de cerámica en las bóvedas del techo. Justo encima está esa gran plaza con el banco sinusoidal de cerámica policromada, diseñado por Josep María Jujol. Visto desde abajo parece como una cornisa multicolor. Este picadillo de azulejos, loza blanca, baldosas de cerámica esmaltada y vidrio forman un inconfundible collage presente no solo en los bancos de la plaza, en las casas y en las escalinatas. 





Los caminos del parque siguen las curvas de la montaña y salvando niveles hay viaductos de roca calcárea del lugar como si se tratara de grutas naturales. El más famoso es el pórtico de la Bugadera. 




Destacan sus columnas inclinadas que vistas desde el interior es como si estuvieras en una ola petrificada.




Pero tal vez el elemento más fotografiado, considerado el emblema del parque, sea la escalinata donde están las fuentes del dragón (o salamandra) y la serpiente hechos también de trencadís y con las paredes llenas de bonitos mosaicos cóncavos y convexos. 


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Flanqueando la entrada e integrados en la muralla encontramos los dos pabellones de fantasía convertidos en museo y recepción. La torre de la cruz, los ventanales y esa torre de hongo fálico.


Si bajamos hacia el centro de la ciudad el modernismo urbano me sigue sorprendiendo en la arquitectura de esa identidad catalana del 1900 ¡Cómo me hubiese gustado entrar a alguna de estos edificios residenciales burgueses y ver la maravilla que encierran en sus vestíbulos, escaleras y galerías! Pero bueno esta indiscreción la dejaremos para otro momento, por ahora me conformo con ver sus Fachadas.



Hay una parte de estas fachadas que están decoradas con esgrafiados, ese arte que no es ni pintura ni es escultura y que tuvo su apogeo entre 1765 y 1810; una técnica de revestimiento mural con dibujos de plantas y flores. Son muy bonitos. 




Otro detalle es el de las tribunas. Por lo general, están en algunas plantas del edificio pero podemos encontrarnos algunas que pueden estar en toda la esquina del edificio o hasta ocupar las cinco plantas, con trabajos estupendos de ebanistería que adoptan formas geométricas. Las cristaleras suelen ser, por lo general, policromadas, muchas con motivos florales.




La forja de las barandillas de los balcones es muy llamativa. El metal se retuerce, se curva, se alarga en formas de vegetales y de animales.








Otro elemento que me cautiva y me sorprende son las grúas de izar muebles que están presentes en todos los edificios de las calles y avenidas más estrechas. Para terminar estos bocetos de arquitectura destacar la diversidad de coronamientos y pináculos que hay incluso algunos con adornos de cerámica. Podría pasar días contemplando estos detalles en la rambla de Cataluña y Carrera Gran de Gracia.




Seguir en La Rambla es para terminar visitando, como no, el mercado de la Boquería, del 1840. Es un atractivo turístico, siempre está lleno de gente. Tiene una cubierta metálica muy llamativa y hay puestos multicolores de fruta, pescados, carnes, pan y recuerdos que hacen la delicias de los viajeros.




Barcelona bien merece volver algún día de nuevo para seguir disfrutándola.


Por si te la has perdido Barcelona 1ªparte

CÓRDOBA 

Y SUS TRES CULTURAS

Córdoba es una ciudad que cautiva y es que esta ciudad ofrece imagen e historia, patrimonio y cultura donde ha convivido un diferente sentir.
Viví en ella y creí que lo había visto todo. Ahora la he vuelto a visitar y la he descubierto con otros ojos. 


Me llama la atención de ella, lo que fue y lo que falta ahora en la mayoría de las ciudades: la tolerancia. Convivieron en ella pacíficamente diferentes culturas: cristianos, judíos y musulmanes, que buscaban la verdad, el sentido de la vida, el conocimiento, la razón, la libertad de pensamiento que permitiera al ser humano ser mejor ¿posiblemente una civilización inteligente? porque además fue una época que significó el esplendor de la ciudad con diferentes rezos y diferentes lenguas. 


Se puede ver y admirar una hermosa ciudad y la que fue durante tantos siglos pasados. Capital de la Hispania y ciudad del califato omeya. Es monumental, con un centro histórico para perderse durante días entre sus barrios y calles. 



 Por su trama urbana de estrechas callejuelas de herencia medieval lo mismo encuentras restos romanos, como árabes, judíos o cristianos. 



Se ve en la Mezquita, en la Judería, en las parroquias y conventos, en las residencias palaciegas, en las plazas. 


Muchos de estos lugares abiertos al público están llenos de jardines y otros, en tiempos de fiesta, la tradición la hace llenarse de macetas de flores, como es el caso de los patios. Patios que también recuerdan esa tradición romana, con sus columnas y pozos. Una armonía de colores entre tiestos y geranios.


Córdoba también es la ciudad con uno de los puentes romanos más impresionantes que existe en Andalucía. Vía Augusta de Roma y patrimonio de la humanidad. Conocido como el puente viejo con sus 16 arcos y grandes pilares de piedra blanquecina. Es la conexión del Campo de la Verdad con el barrio de la Catedral. Con una pequeña reserva natural en su entorno llamada los sotos de la Albolafia reino de aves y molinos, ingenios de madera que calmaron la sed de la ciudad en otros avatares.



Córdoba, ese importante centro económico de Occidente, también ha dejado un legado de personas célebres. Grandes filósofos como Séneca, Averroes y Maimónides. Tres culturas diferentes y tres personajes célebres que destacaron por sus trabajos en política, ciencia, medicina, teología.. 


 




















Maestros del pensamiento y la oratoria que hicieron de esta ciudad, lo que es, una ciudad que cautiva. Te invito a este paseo por sus rincones que están llenos de historia y de arte. Saludos a todos.


 LOS FRESCOS MULTICOLORES 


DE RUMANÍA

Este viaje lo hice ya hace algún tiempo. Un viaje por tierras de Rumanía. Me fui atraída por el castillo del conde Drácula y las tierras de Transilvania pero entonces no contaba con el maravilloso descubrimiento de estos monumentos. Es una pena porque el conde se lleva todos los honores con el cine y desplaza a estos monasterios con un reconocimiento artístico a nivel mundial, patrimonio de la humanidad.
Voronet
Moldovita

No soy experta en arte, ni en arte religioso y mucho menos en arte pictórico religioso pero nunca pude imaginar que las paredes exteriores podían ilustrarse así, como de un libro se tratara, sólo las conocía en interiores de los centros religiosos. Cada vitral, cada pared representan escenas para comprender el evangelio y la historia de la salvación. Se toca la fibra sensible e incluso algunas escenas tienen un dramatismo rayando la tragedia y el horror. La escalera del paraíso de Sucevita, es espectacular, filas de ángeles con alas rojas que esperan a los justos. En cada peldaño se representan las virtudes monásticas y los pecadores caen conducidos por demonios hacia el caos y el infierno. 

Escalera del paraíso de Sucevita

Estas iglesias se encuentran en tierra de Moldavia en la región de Bucovina, al noreste de Rumania muy cerca de Ucrania. Son monumentos ortodoxos tradicionales del siglo XV y XVI con elementos de arte bizantino y gótico.
Las iglesias originarias fueron de madera y ahora sólo le quedan los tejados con sus llamativos aleros, el resto es de piedra. Llaman la atención como veis el tipo de arquitectura y sus frescos exteriores e interiores multicolores. 

Voronet
Sucevita
Moldovita
Las impresionantes pinturas son originales, con detalles y cromatismo con una precisión pasmosa que restauradores, frailes y monjas intentan conservar a pesar de las inclemencias del tiempo y del paso de los años. Las monjas aparte de sus quehaceres domésticos y la labor del campo, tienen asignadas la actividad artística, el estudio de la pintura y las visitas guiadas de los turistas.




Me llamó la atención el predominio del color de cada monumento: el azul de Voronet, el verde y rojo de Sucevita, el amarillo y azul intenso de Moldovita y el rojizo de Humor, sí, es así como se llama.
Estos colores guardan su secreto porque han permanecido casi intactos a pesar del tiempo. Las fachadas suelen tener un juego de arcaturas y hornacinas. Las hay que tienen torre sobre la naos y otras no. También las hay con torres de defensa e incluso con puestos de observación y vigilancia. Sucevita fue residencia de príncipes.

Torre defensa de Humor
Foto archivo. Sucevita
Humor
En todas encontraremos ilustraciones de la enseñanza ortodoxa, con elementos bizantinos y locales con una interpretación muy particular rumana de los temas tradicionales bizantinos: el Juicio Final, escenas de la misa votiva, la zarza ardiendo de Moisés, La leyenda del hijo pródigo y el sitio de Constantinopla. Este último con el mensaje antiotomano, la lucha con los invasores turcos otomanos que amenazaban constantemente la región. 

Moldovita
Son verdaderas biblias ilustradas. La otra escalera que me llamó la atención es la de Voronet junto al juicio final que ocupa todo el muro. Una composición gigantesca con un efecto decorativo por la policromía y sus figuras. La comparan con la Capilla Sixtina en Roma.

Voronet

 La población analfabeta podía conocer las historias de la biblia y de los santos ortodoxos viendo estas pinturas sumamente llamativas. 



Bueno, hasta aquí este viaje por las tierras de arriba, las de Moldavia. Me voy a otras tierras. Aprovecho para daros las gracias por el aliento que me inspiráis alguno de vosotros para hacer nuevas entradas. Hasta la próxima.



VIAJE


A LA VIDA


El Parque Vigeland se encuentra en la capital noruega de Oslo y forma parte de un espacio verde aún mayor, el Frognerparken. No es un parque convencional, a mí me sorprendió y me impactó bastante. Es de esos lugares para dedicar más tiempo del que has tenido.






Hay 240 esculturas humanas hechas en mármol y en bronce, mayoritariamente, y algunas en hierro forjado. 
Cuerpos de diferentes edades y sexo que están maravillosamente conseguidos






Es uno de esos lugares que transforma un viaje de descubrimiento en una reflexión de vida.

Lo visité ya hace algunos años y me cautivaron la expresividad y la fuerza de las figuras, cómo pueden transmitir tantas emociones. Unas manos maestras que han podido parar en el tiempo la acción y el sentimiento, algo tan difícil, creo yo, de plasmar en un material tan frío. 


Están representada la inocencia alegre de los niños, la sensualidad y belleza del adulto y la ternura de los ancianos.






Estas figuras están repartidas por todo el parque, talladas entre comienzos de 1920 y 1940. Nada menos que 10 meses dedicó su creador en diseñar el monolito que se ve aquí, una obra maestra que hizo primero en yeso y después tres talladores durante 13 años la fueron reproduciendo en granito. Y en cada figura de las 36 que están a sus pies se invirtió año y medio.

El artista Vigeland dejó este legado de toda una vida. Tal vez pensó que su público debería recordar esas etapas y momentos de la vida, momentos por los que pasamos todos y que son tan efímeros y únicos. Están representados momentos de felicidad, tristeza, fantasía, esperanza, eternidad…



Hay grupos de figuras que nos hacen ver esas relaciones humanas que establecemos, las que nos  crean situaciones y estados emocionales como las penas, alegrías, enfados y la lucha con nosotros mismos.

Este viaje de la vida se inicia en la cuna y termina con el suspiro de la muerte. 




 Hay muchas esculturas de bebé, me sorprendieron, por que era la primera vez que las veía. Esa inocencia colgada en el árbol o la ternura del bebé chupándose el dedo y el enfado, genial ¿verdad? Qué etapa tan inocente con ese anhelo de conocimientos, libre de preocupaciones y responsabilidades, todo juego, risas, llantos.

De la relación con los padres me llamó la atención, el padre en el árbol con los bebes, el padre jugando con su hijo a las espaldas, el cariñoso abrazo de la niña y su madre….



 


La adolescencia de los cuerpos femeninos, esa etapa de niña a mujer o esos niños luchando entre sí para ver quién es más fuerte. Unas figuras donde la sexualidad, rebeldía, obstinación comienzan a ser las protagonistas pero que en el fondo están llenas de temor, tan indefensas....


 




Me encantaron las figuras de las parejas ya adultas. El juego que permanece de la niñez, el cariño, el diálogo y la comprensión, ese lazo estrecho del mundo de la pareja. 





Una etapa llena de responsabilidad, autonomía, crecimiento personal, con sus miedos y dudas existenciales.

La relación de la madre y la hija en esta etapa llega muy adentro. Esa madre peinando a la hija o el momento de confidencias.


 



 Los ancianos, con sus rostros arrugados, esa vejez que se resigna y se agarra a la existencia con su deterioro físico. La fragilidad y la sumisión a las circunstancias de su existencia.


 La mano sobre la boca con la prudencia de la palabra.


 

 Las obras por excelencia más espectaculares del parque son el monolito y la rueda de la vida. Maravillosas.






El monolito está en una plataforma elevada octogonal rodeada de multitud de figuras humanas. 

Me parece increíble que sea un bloque único de granito de 17 m con 121 figuras humanas entrelazadas que parecen que luchan por la vida, por su existencia, incluso se ven como van subiendo entrelazados unos sobre otros con el deseo de alcanzar algo. 

Al parecer simboliza la resurrección del hombre. Ese difícil sentido extraño de la salvación. Símbolo de consuelo y de esperanza, de alcanzar la eternidad.




La otra obra, la rueda de la vida son 7 figuras humanas, cuatro adultas y tres infantiles que se entrelazan formando un anillo. 




Ahora que estoy viendo de nuevo estas figuras y hablando de ellas me parecen aun más fascinantes. Realmente es un parque emblemático de la vida.






Granada, eres mi ciudad romántica por excelencia, porque al pasear por tus calles te hermoseas. Sierra Nevada y la vega te rodean, te abrazan y hacen que los atardeceres brillen como en ninguna otra ciudad.

Eres una hechicera misteriosa. Hasta tu nombre es un misterio (no es cierto que vengas de la jugosa fruta Lytracea). Hay una paleta de color en cada esquina. Rincones de historia, de cuentos y leyendas: La Alcaicería, el Corral del carbón, el Campo del príncipe, la plaza de Bib Rambla.







Granada por esencia eres reconciliadora. En el Sacromonte encontraron esos Libros Plúmbeos considerados el quinto evangelio. Planchas circulares de plomo, unos libros muy diferentes de los que estamos habituados. Grabados con dibujos indescifrables. Hay textos en latín y extraños caracteres árabes (se cree una escritura arábigo primitiva). Hay quién los cree una reivindicación de la raza morisca con el deseo justo de conciliar Islam y Cristianismo.

Granada fuiste romana en tus dos colinas, la de la alcazaba de la Alhambra y la del barrio del Albaicín, fuiste judía en sus faldas. Tienes las entrañas abiertas con misteriosos túneles, sótanos y pasadizos, unos son ríos, otros son caminos, otros tesoros escondidos.






Mi paseo se siente obligado por ese estrecho cauce de tu río Darro, camino adoquinado que me aletarga el paso. Me embelesan esos pequeños puentes y las antiguas casas de su orilla. El agua me va arrullando. A un lado el río y al otro suben las insinuantes callejuelas del Albaicín.

camino del Darro

Barrio del Albaicín

 El Albayzín andalusí. Su trama nazarí ha permanecido, una red laberíntica de calles estrechas y empedradas que tanto me gusta. Con el asomo de los altos muros de los carmenes y el matizado verde de sus jardines de interior. Callejuelas salpicadas de aljibes donde todavía se guarda el agua potable.

barrio del Albaicin

La mirada de La Alhambra aparece en cada esquina. Me corteja su roja piedra fundida en torres y murallas. Maravilloso legado de la dinastía de los nazaríes.
Fortaleza amurallada con palacios y ciudadela, 37 torres levantadas y 150 años para construirse. Palacios diferentes, distintos sultanes. Exquisitos esos patios, jardines y fuentes. Una declaración de poder para impresionar, para acoger.







Esas atalayas, esas salas tienen nombres que parecen sacados de la leyenda: El “Peinador de la reina”, “La torre de la cautiva”, “La torre de la vela”, “El patio de los arrayanes” “La sala de Abencerrajes” “La sala de las dos hermanas”. 

Washingon Irving escribió el libro Cuentos de la Alhambra viviendo en ella, allí se inspiró recogiendo todas las leyendas de los habitantes de este lugar.






Hoy día encierran estos palacios secretos que sólo ven los ojos de artistas restauradores. Sólo sus manos curiosas pueden llegar a tocar estos enigmas sin degradar su esencia. Muestran un arte difícil de copiar con técnicas que aún se están investigando.


La Alhambra





Palacio de Mexuar, de Comares y el Palacio de Los leones. Una espectacular arquitectura de columnas y fuentes en mármol blanco, yeserías policromadas, carpintería de madera noble y alicatados con hermosos azulejos. Las arcadas de los miradores y patios llenos de recogimiento y sosiego.


Sala de abencerrajes

Salas únicas en belleza, cúpulas con mocárabes que trasladan tu mirada al séptimo cielo.
La decoración mocárabe deslumbra y confunden mis sentidos. 

Los techos parecen etéreos con colores rojos y azules azurita que se van perdiendo con el tiempo. Sobre mi cabeza los sietes cielos se hacen fugaces con la luz, se mueven por las luces y sombras. Hay como musicalidad. Unos ritmos interiores que solo un recital, la salmodia, les ha podido inspirar


Patio del cuarto dorado o mexuar

Su interior me sobrecoge. Me impresiona esa fusión de conocimientos de la arquitectura romana y griega con la árabe. Me enamora la filigrana de la madera, de la piedra y el yeso. La luz me descubre rincones y detalles imprevistos cada vez que los veo de nuevo. Hay una sombra que oculta pasadizos y calles abovedadas.


Patio de los arrayanes



Patio de los arrayanes

Hasta los azulejos guardan sus secretos, la geometría del artesanado no es por gusto, tienen su propio mensaje. Hay un juego, unos dibujos que provocan. 









Palacio de El Generalife


La arquitectura del Paraíso musulmán, tal como lo describía el Génesis. Terrazas sobre la ladera del Cerro del Sol, huertas y jardines y un laberinto de acequias conservado desde entonces. El lugar de retiro y descanso. Sus simbólicas fuentes, albercas y acequias están presentes aún más si cabe aquí. 




Las fuentes circulares representaban para los musulmanes la vida que se derrama hacia el gran estanque central, la eternidad, el cielo o el más allá.




jardines del Generalife





Puerta real, Plaza Bibrambla y la Gran vía

Dejamos el hechizo de La Alhambra. El río Darro ya queda embovedado. Nos adentramos en otras calles y otras plazas. El transcurso del día a día del granaíno de hoy de siempre. 

Lugares que son los centros de la vida social y económica donde la historia también dejó su huella. Una era más reciente. La carrera de la virgen, sus jardines y fuentes. Muy cercana está la Plaza Bibrambla, el ágora de la ciudad, a espaldas de la catedral. Hoy un encanto robado al tiempo: los kioscos de flores que estaban bajo la sombra de los viejos tilos.

la Plaza de Bib Rambla. Foto de archivo

Puerta real. Foto de archivo

La Gran Vía, donde la arquitectura ecléctica de los últimos siglos cobra más esplendor. El poder económico de las familias acaudaladas. Hoy día hay bancos, hoteles y oficinas administrativas; la vena principal de comunicación de Granada.

Gran vía de Colón. Foto de archivo

Granada universitaria. Tuna y acerolas. Membrillos y habas. Traes la cultura a tus rincones cuando el azar te deja. Te abandonamos con estas miradas, las de hoy pero con imágenes lejanas. 





Te dejo Granada, mi Granada romántica. 









Teruel mudéjar





Estamos en Aragón y en una de sus provincias, Teruel, una ciudad que a pesar de no ser muy conocida despierta una curiosidad: la de su arte. Es una ciudad pequeña, fácil de visitar pero con un patrimonio arquitectónico muy interesante.






Seguro que por todos es muy conocida la leyenda de los amantes de Teruel y su célebre frase de "tonto ella y tonto él" porque murieron de amor por un beso. Se pueden leer varias versiones de esta historia pero no pasa de ser eso, una leyenda, y sin ánimo de molestar al patrimonio cultural de los turolenses, me inclino más por sus "ladrillos".





Y es que la herencia de su arte mudéjar no pasa desapercibido a la vista del viajero. Esta ciudad está declarada patrimonio de la humanidad por sus torres mudéjares.



Teruel tiene un barrio en la parte alta de la ciudad, la judería, que es un entresijo de calles donde sobresalen una serie de torres y un conjunto arquitectónico peculiar, el de la catedral de Santa María de Mediavilla. 







Paseas por estas calles estrechas y no dejas de admirar el porte y los detalles de las torres del Salvador y de San Martín. En ellas hay una mezcla de elementos musulmanes con cristianos. Son verdaderos alminares musulmanes de ladrillos con una diversidad de elementos diferentes y unos conjuntos artesanales que hacen que este arte tenga un estilo propio. 



catedral de Santa María

detalles de la torre de S. Martin
Los artesanos mudéjares fundieron en estos alminares la arquitectura del barro. Una parte de él en ladrillo y la otra en cerámica vidriada de colores. Consiguieron decorar con antojo detalles de los musulmanes con detalles cristianos. Hay formas de rombos, estrellas y cruces, hay arcos y ventanas, hay frisos y molduras. Y cada uno de ellos a su vez de diferentes formas: arcos entrecruzados, arcos románicos ojivales, ventanas sencillas, dobles, pequeñas, molduras paralelas y verticales….






Para algunos puede parecer un arte sobrecargado pero si en algo peca es en caprichoso. Caprichoso en formas y caprichoso en detalles.

torre de San  Salvador














Hay que pararse con tiempo y contemplarlos, y por supuesto, no es lo mismo ver la ciudad de día que de noche. Las dos son visitas obligadas. Las luces, reflejos, destellos y sombras sorprenden en los detalles de las torres y en las calles donde se encuentran.





La ciudad actual a pesar de los siglos sigue usando esta tradición artística y la ha modelado creando el arte neomudéjar que se puede ver en la escalinata del Paseo del Óvalo que conecta la parte alta y baja de la ciudad.



torreón de la escalinata del paseo del Óvalo




Estos nuevos arquitectos han copiado los elementos de antaño y los han mezclado con una decoración modernista, igualmente sobrecargada, pero no deja de ser llamativa, como es el caso de las farolas de forja de la escalinata.


En la ciudad hay otros detalles para ver: el torico, los soportales,.... pero nosotros nos quedamos con estos, los que nos merece la pena de destacar, ah!! por cierto Teruel si existe, sí.




detalles neomudéjares del torreón

farola de forja







Algunas son monstruosas pero no dejan de ser bastante peculiares ¿verdad?Estas curiosas criaturas las podemos encontrar en algunas catedrales, iglesias y monasterios.  Representan animales, humanos o humanoides, mitad humano y mitad animal, y éstas últimas sí que llaman la atención.





Me pregunto ¿dónde estaría puesta la imaginación de los arquitectos y escultores de entonces para hacer estas figuras? 


Una de las catedrales más conocidas es Notre Dame, en París. Esta catedral junto con la de Lyon, fueron las primeras en presentar estas figuras mitológicas. Hoy día se han convertido en un verdadero atractivo turístico. Me impresionaron mucho cuando fui a verlas.






Están ahí, quietas desde 1845 
¿las veisAl parecer se hicieron para la restauración de la catedral de Notre Dame. 











Crearon esta galería de gárgolas y quimeras entre las dos torres altas. El novelista Victor Hugo las inmortalizó en sus libros, él consideraba que formaban parte de escenas indescriptibles, llenas de misterio.




 Las esculturas son bastantes grandes. Las que más sorprenden están en pedestales, asomadas mirando la ciudad y a todo aquel que está en la plaza de la catedral. Para subir a verlas son casi 400 escalones por una estrecha escalera de caracol que te deja sin aliento; y es cómico, porque lo primero que te encuentras, aparte de las impresionantes vistas de la ciudad (maravillosas por cierto, las mejores de París) es la figura de la estirga burlona sacando la lengua 


!qué graciosilla ella!




Más de cincuenta figuras entre quimeras y gárgolas repartidas en grupos o solitarias que las vas viendo por un estrecho pasillo entre las dos torres. Parecen como expectantes, esperando a que ocurra algo con actitud de vigilantes. En un rato parecen cobrar vida y salir de entre la piedra para echar a volar o trepar entre las cornisas. 
Como dije antes, 
impresionan.






Los diablos, trasgos, harpías y grifos de leyenda hacen volar la imaginación.

 Estos bestiarios, como algunos le llaman, siguen siendo un enigma. Por un lado en la época medieval eran ejemplos moralistas. Los pecadores podían convertirse en esos monstruos si tentaban al mal.....


Se les asustaba con estas expresiones faciales y estas poses; espíritus maléficos con cuernos, orejas puntiagudas, barbas, alas membranosas, cola, patas de cabra y semblante amenazador, todos signos demoníacos




Pero por otro lado, también las quimeras eran consideradas signos mágicos para mantener alejado al diablo.





¿No os recuerdan estas esculturas a murciélagos, cabras, cormoranes, monos, águilas? ¿verdad? que por cierto, también controlan las alturas y los abismos más oscuros.




 Actualmente lo que si se confunde bastante es el nombre general que reciben: gárgola y quimera, y es que a las dos se las ve en las cornisas pero tienen una función muy diferente, aparte de adornar y estar esculpidas en piedra.

 Según la mitología griega la quimera era un monstruo con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón. Monstruo horrendo hija de Tifón y de Eduidna, que vagaba por las regiones de Asia Menor atemorizando y engullendo rebaños y animales. 

Después siguió siendo una criatura fantástica compuesta de partes de otras, que es la imagen que nos ha llegado a nosotros.

La gárgola viene del francés gargouille es “hacer ruido cuando entra agua a lo largo de un tubo o de una canaleta". Un nombre curioso, algo así como hacer “gárgaras”. 



 


Me pregunto ¿cómo a una función tan simple de desagüe se le haya podido poner tanto empeño y arte? Los romanos al parecer fueron los pioneros, ellos ya esculpían los canalones decorativos de desagüe y los sumideros del agua de lluvia. 

El ejemplo más interesante de las que he visto de gárgolas en España son las del Monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo.





Hay una amplia representación de figuras diferentes entre sí, inspiraciones religiosas y tradicionales: monje, ángel, gaitero, …


Me cautivó el dragón, ese animal fantástico y legendario, de los más reproducidos por el arte medieval. Un animal capaz de destruir con sus ojos. Por eso también se le ha atribuido al diablo el símbolo del dragón, con esas alas similares a las de un murciélago. Una asociación de oscuridad y de caos. 




 
 


Unas figuras que no dejan de sorprender donde las veamos, imaginativas y prácticas, son canalones para el agua, y quién lo diría ¿verdad?



elevador de Gloria

LISBOA, LA CIUDAD DE LAS 7 COLINAS



Es la antigua y milenaria capital de Portugal. Todo en ella es emblemático. 
Está situada entre dos orillas, la del océano Atlántico y la del río Tajo, un río que forma un hermoso estuario y por el que ha sido considerada como una de las ciudades portuarias más importantes a lo largo de los tiempos.




foto archivo

foto archivo


Ciudad de navegantes, en su puerto arribaron comerciantes del Mar del Norte y del Mediterráneo, de las costas de África, Asia y de América. 







La ciudad de los tranvías y elevadores eléctricos, algunos aún se conservan desde 1880. Hay cinco líneas de tranvías con el aspecto antiguo. El tranvía 28 el más emblemática recorre todos los puntos de interés de la ciudad. 





foto archivo
 


 



Los elevadores son tan interesantes que han sido considerados patrimonio nacional; gracias a ellos y a los tranvías podemos acceder a la parta alta de la ciudad pasando de una colina a otra. El elevador de Gloria cubre un trayecto de 250m de subida llevándonos a un precioso mirador, el de San Pedro.



 






 El elevador de Santa Justa es uno 
de los más visitados por su diseño.
Subir es muy emocionante, se disfruta de una estupenda vista de la ciudad y cuando sales de él te encuentras con la catedral destruida tras el terremoto de 1755. 




 


Lisboa es la ciudad con el puente más largo de Europa, 17 kms, el Vasco de Gama que se aprecia en el centro del estuario. Pero el más fotografiado es el puente del 25 de abril, más pequeño y cercano a la ciudad antigua. 


fotos de archivo





Esta fecha es muy importante para el país. Se llevó a cabo la revolución de los claveles en las que jóvenes militares apoyados por el pueblo provocaron la caída de la dictadura e instauraron la democracia. Un antes y después de la historia de esta ciudad.





 


Lisboa es una ciudad árabe en su corazón, el barrio de Alfama, y clásica en las avenidas de su parte “baixa”. Alfama es el antiguo barrio de pescadores que se extiende en las laderas del castillo de San Jorge. Es la cuna del fado donde quedan aún algunas casas típicas, aunque ya desconchadas, de azulejos que fueron muy populares en sus tiempos.  

barrio de Alfama y puente de Vasco de Gama



 Sus calles adoquinadas, dicen que son restos de los escombros de edificios derrumbados por el terremoto. Alfama es el barrio turístico por excelencia, es la esencia del viejo Lisboa, casas antiguas con calles estrechas entre torres y cúpulas frente al río.

Desde los miradores de “Portas do sol” y el de “Santa Luzia” se aprecia ese aire romántico de la ciudad portuguesa. 





Muy cercano a la ciudad podemos visitar el barrio de “Belém”. Testigo de la edad de oro de la ciudad y las riquezas de la era de los descubrimientos. Allí se encuentra un monasterio que fue diseñado para la conmemoración de un rey, Manuel I de Portugal a los descubrimientos del viejo mundo de un navegante, Vasco de Gama. El Monasterio de los Jerónimos es de estilo manuelino. 
Un patrimonio hermoso que no deja a nadie indiferente.


 


Alejándonos un poco más de la ciudad está Sintra, una caprichosa villa vacacional para nobles y monarcas enclavada en un bosque que te saca del bullicio y te sumerge en la fantasía y la tranquilidad.





Y si avanza la tarde es mejor llegar a tiempo de ver el atardecer en el “Cabo da roca”, a unos 40 km de Lisboa y a 18 de Sintra, es el extremo más occidental de Eurasia.

Un acantilado sobre el Atlántico dentro del parque natural Sintra-Cascais un lugar maravilloso para despedir el día bajo la luz parpadeante de su faro y ver un ocaso inolvidable. 



PUNTA DE PIEDADE


Nos alejamos de Lisboa, y ya en el Algarve, despedimos este maravilloso país pasando por la Ponta de Piedade, en lagos, la región de Faro. Acantilados rocosos de un color entre amarillo y rojizo que con la luz del sol muestran un veteado único. Aparecen rocas esculpidas por el mar de forma caprichosa con aristas que dan paso a cuevas y cavernas. La fuerte erosión del océano ha creado un fantástico paisaje con pequeñas playas paradisíacas. 

 



 



Hermoso país, Portugal



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