FLYSCH DE ZUMAIA Y MUTRIKU






La costa vasca esconde una historia geológica escrita en páginas de piedra. 





Se trata de los flysch: espectaculares acantilados coronados de prados verdes y con su cara erosionada por la bravura del mar Cantábrico. Son milhojas de estratos de roca que se adentran en las aguas como si fueran costillas. Unas recostadas y otras enfrentadas cortando como cuchillas el eje gravitacional de la tierra. 




Los más llamativos y espectaculares son los flysch que se encuentran entre las localidades guipuzcoanas de Mutriku y Zumaia. Son casi diez kilómetros de costa protegida de una importancia geológica de primer orden.








Un hojaldre de sedimentos regularmente perfectos de rocas duras y blandas. Duras de caliza, pizarra o arenisca intercaladas con margas y arcillas que se van desgastando y dejando a las primeras al capricho de las olas. Fluyen, se deslizan, cortando la espuma 5 km mar adentro. Con la luz adquieren estos colores tan llamativos, más acentuados con días luminosos. Se aprecian muy marcados esos preciosos contrastes de luces y sombras.





¿Qué poderosas fuerzas internas de la tierra han podido doblegar así las rocas?






Pues nada menos que una historia de más de 50 millones de años: El choque de las placas tectónicas ibérica y europea. 

Cuentan los entendidos que los niveles de metales encontrados en estas láminas verifican aún más el paso del meteorito que extinguió a los dinosaurios y los cambios climáticos que desde entonces han acaecido.





orquídea Serapia lingua

Hoy siguen los científicos debatiéndose si son playas fósiles, o si realmente estos sedimentos provienen de las zonas profundas del océano.

 



Zumaia es la localidad que posee estos espectaculares acantilados. Una villa que surgió a partir de un monasterio, el de Santa María, y que ahora se ha convertido en uno de los pocos lugares con un legado geológico que es una referencia mundial.








Pero ya no sólo por los acantilados, sino por que es uno de los pueblos más llamativos de esta costa. 

Y ahora echamos el ancla en Mutriku. Un pequeño rincón entre barranco y monte escarpado con un casco histórico tan sorprendente que está declarado conjunto monumental.



El primer encuentro es su puerto con su lonja histórica. Para descubrir el resto hay que dejar el coche y ¡vamos que vienen "cuestas"!  Y es que el desnivel de los barrios es importante, sólo viendo desde abajo el tramo de escaleras de algunas casas ya te imaginas como se le ha ido ganando terreno al mar.






                                    

tramo de escalera de una vivienda


Otra opción que se agradece, es el ascensor que se encuentra en el barrio bajo. Desde aquí se accede a la plaza del barrio alto. Aquí las calles (estrechas y empinadas) descubren edificios de piedra de sillería. Podemos apreciar casas palaciegas, torres y casas blasonadas del siglo XVI.





Y es que la costa vasca tiene esta particularidad: 

Pequeños pueblos con esta historia blasonada en rincones inimaginablemente escarpados y una costa llena de cortantes y espectaculares flysch. Los pueblos los encuentras embutidos en bosques o abrazados por prados; y algunos de ellos que se aprecian, están estrechados por un cinturón de carreteras que pueden caen directamente al mar. 

Merece la pena descubrirlos ¿no te parece?






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Comentarios

  1. Muchas gracias por el artículo. Visité Zumaia hace 4 años y me quedé alucinado de lo que consigue hacer la erosión en los acantilados. Muchas gracias por recordármelo.
    La pena es que no aproveché para visitar Mutriku. Ya tengo otra buena excusa para volver por la zona.
    Muchas gracias y un saludo.

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  2. Gracias a tí Javier. Si realmente es un lugar asombroso, para nosotros fue un descubrimiento ver esos pliegues verticales que emergen del mar. Me alegra que te haya gustado. Muchos saludos

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  3. Playas fósiles. Verticalidad de los sedimentos. Guau! Qué pasada. Me encantan tus artículos. Son siempre una fuente de sabiduría. Mil gracias.

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    1. gracias a tí Macarena, es un regalo tu comentario, un motivación para compartir y seguir adelante. Un beso

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  4. La verdad es que he estado por la costa vasca, y a pesar de que he visto ese tipo de paisaje no recordaba su nombre..
    Tu entrada muy buena, me ha gustado mucho y las imagenes magníficas.
    Totalmente de acuerdo que los pueblos de la costa vasca y prácticamente todo el norte son un encanto..

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    1. Gracias Suni, por estar aquí con tus comentarios. Yo también soy una enamorada el norte, de lo poco o mucho que conozco. Un abrazo

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  5. ¡¡¡Qué maravilla de paisajes, y qué bonito es el pueblo!! No conozco la costa vasca, es algo que tengo pendiente, porque creo que es fascinante. Me ha encantado este artículo, es muy curioso lo que cuentas de los Flysch.
    Un beso

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    1. Gracias Chari, cómo me alegra que te haya gustado. Los pueblos de esta costa vasca, son sorprendentes, están en pendientes tan cerca del mar y con su pequeño puerto. Tienen un encanto muy especial. Yo disfruté mucho este viaje. Te animo a que vayas no te dejará indiferente y la gente es muy interesante, lo que yo llamo buena gente. Un abrazo

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  6. "Removiendo" tus paisajes, me encuentro con estas joyas...y las disfruto.
    GRACIAS.
    Te sonrío con el Alma.

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    1. gracias siempre es un gusto tenerte aquí DesdeMiVentana H Un abrazo

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  7. Mejor no lo has podido explicar Joseme. Yo vivo cerca de esta maravilla y voy a esas playas y es un disfrute de esta zona. En deba los Flysch son negros. Un abrazo

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    1. Gracias Mamen, me alegra mucho que sea así. Tú mejor que nadie conoce esta zona. A mi me sorprendieron y además alquilamos una casita más arriba de ellos, en un de las fotos se ve en lo alto de la loma. Fue especial por todo. Un abrazo

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  8. Hola Eme.
    Es maravillosa la costa vasca con esos acantilados que realmente son de película.
    Pude conocer San Sebastián y Hondarribia, pero me quedan pendientes kilómetros de costa por descubrir, así que con este reportaje y esas fotos desde luego animas a cualquiera.
    Ahora solo hace me falta un poco de "pasta", ja,ja,ja, para comer en Arzak, o en esos templos gastronómicos que nos depara el País Vasco. Un abrazo y gracias por las aclaraciones técnicas de la denominación de los acantilados que desconocía.

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    1. Hola Miguel síi que lo son. La pasta, ¡Ay el dinero! esto es lo que falta, bien lo dices, yo me pasaría parte del año viajando. Nada, nada, ya verás que alguna vez irás por allí. Un abrazo y gracias por pasarte por estos flysch

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  9. España es maravillosa, el norte espepctacular, un abrazo

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    1. Gracias sevillana, si que lo es y tu ciudad también, acabo de estar y estoy escribiendo sobre ella. Un abrazo

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  10. Bonita entrada Emerencia, ya sabes que esa combinación de medio natural con tradición a mi me fascina, y te aseguro que a Norte, el Norte le apasiona!

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    1. Sí, hola, por algo será lo de Norte,...me alegra que te haya gustado. Por lo general, ya lo has visto, mis entradas recogen lo que me ha fascinado del lugar y sobre todo, lo que me inspiran los rincones por lo que he pasado. Gracias. Un abrazo

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  11. Ya lo creo que merece la pena conocerlos. Es algo espectacular y que no había viso nunca. Es increíble cómo los fenómenos naturales van perfilando la costa. Aunque de aspecto muy distinto, me ha recordado a la playa de las catedrales, en Lugo, o bien los acantilados de Moher, en Irlanda. Y es que la geología nos ofrece imágenes espectaculares, como si una mano divina jugara con plastilina.
    Y esos pueblecitos costeros del País Vasco, con sus calles empinadas, son una maravilla. En mi reciente visita a Vizcaya (Bilbao y alrededores), estuve en Elantoxe, un pueblo que se parece a Mutriku pero en más pequeño. Es impresionante.
    Gracias por compartir con nosotros esas maravillas que existen en nuestro país.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Buenos días Jose Mª, sí que es verdad, es increíble lo que puede hacer el mar, el océano bravío con la costa. Conozco los acantilados de Moher y son impresionantes, ese cortado amurallado, ese abismo a tus pies,... en cambio la playa de las catedrales está pendiente, como las islas Cies. Si te animo a conocer el sur de Portugal, en el Algarve, Punta Piedade, es una costa anaranjada socavada con formas huecas y estratificadas, castilletes, islotes, arcos, todo lo que tu imaginación puede dar de sí. Gracias Josep Mª buen día. Un abrazo

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  12. Respuestas
    1. Hola Suni, siií, es una maravilla, impresiona todo el lugar. Es de fantasía, de cuento ¿verdad? Un abrazo

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  13. Hola Eme, no había visto este post y me ha parecido una maravilla. Además me viene como anillo al dedo porque voy a pasar una semana en un pueblo al ladito de San Sebastián y quiero recorrer toda la zona.
    No sabía de la existencia de esos acantilados y me has enriquecido la visita, ya te contaré. En Irlanda me quedé enamorada del paisaje y de los acantilados de Moher, espero quedarme prendada de estos también.
    Un fuerte abrazo Eme

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